La canción, que es fea como un demonio, salió no se sabe de dónde hace ahora muy poco más de doscientos años. No hacía aún cuarenta (a la muerte de Carlos III) que los españoles se habían dividido en dos bandos irreconciliables; di

Lo he dicho muchas veces: si los empresarios catalanes de peso se hubieran plantado en su momento no habríamos llegado hasta el punto en el que estamos. Claro que lo