El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz investiga varios contratos y pagos realizados entre los años 2009 y 2011 por las empresas Telefónica, Gas Natural y Repsol -del Ibex- a la productora catalana Triacom, implicada en la presunta financiación irregular del partido Convergència Democràtica de Catalunya (CDC).
Según avanza 'El Periódico', el magistrado fue el instructor del llamado 'caso 3%' y, a raíz de aquellas investigaciones, Pedraz abrió una pieza separada sobre la productora audiovisual, que podría ser otra vía para dirigir fondos hacia Convergència.
A través de tres informes de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil, se detallan distintas operaciones económicas realizadas en los años anteriores al inicio del 'procés' entre Triacom y las tres compañías del Ibex. En el caso de Repsol, habría sido a través de su fundación.
Además, existiría, según el mismo rotativo, la concesión por parte de la Generalitat de Catlauña de créditos y ayudas presuntamente anómalas a la productora.
El convenio de la Fundación Repsol fue firmado por el entonces (2009) vicepresidente, el 'exconseller' de Economía Jaume Giró. Asimismo, uno de los que figura en dichos negocios es el empresario David Madí, exalto cargo de CDC, que fue, además, mano derecha de Artur Mas. A finales de 2013 fichó como asesor en Telefónica.
David Madí, mano derecha de Artur Mas, habría actuado como nexo de unión en la concesión a Telefónica y a otras empresas de contratos impulsados por el CTTI.
Según los informes, Madí habría actuado como nexo de unión en la concesión a Telefónica y a otras empresas de contratos impulsados por el Centre de Telecomunicacions i Tecnologies de la Informació (CTTI), organismo público que gestiona los servicios informáticos y de telecomunicaciones de la Generalitat.
Tres millones de euros por una serie y dos videojuegos
La documentación sobre la relación entre Telefónica y Triacom señala que, entre otras cosas, en julio de 2010, la compañía de telecomunicaciones acudió a la productora para asumir el patrocinio de una serie y, por otro, la producción de dos videojuegos. Por este encargo, destaca que se comprometió a abonar la desorbitada cantidad de tres millones de euros.
