El mundo convulsionó en los peores compases de la pandemia del coronavirus. Los gobiernos de medio mundo se lanzaron a un mercado sacudido por la falta de stock para tratar de hacerse con el material sanitario para hacer frente a la crisis sanitaria que tan fatales consecuencias ha tenido en España. Los Ministerios de Defensa y de Sanidad, ante la hipótesis que plantean los expertos de que se den nuevas embestidas del virus, se han hecho con una reserva estratégica que está repartida en dos grandes depósitos de Madrid y Burgos. Las Fuerzas Armadas son las encargadas de su custodia y mantenimiento. Y entre los planes a corto plazo se contempla una ampliación de las estructuras para albergar un mayor número de existencias.
La reserva estratégica de stock contra el coronavirus pertenece al Ministerio de Sanidad, si bien aceptó la oferta del Ministerio de Defensa para guardar todo el material en los almacenes logísticos militares. No se trata de almacenes al uso, sino de depósitos con unas determinadas garantías de seguridad -físicas y sanitarias- para que las mascarillas, vacunas y medicamentos permanezcan en las condiciones adecuadas para mantener su eficacia.
Vozpópuli ya contó que el Ministerio de Defensa adquirió en diciembre de 2020, mediante un procedimiento de urgencia, tres ultracongeladores para albergar las vacunas contra el coronavirus, teniendo en cuenta que las dosis requerían una temperatura próxima a los ochenta grados bajo cero para su correcta conservación, sin que en ningún caso se rompiera la cadena de frío. Las primeras dosis llegaron a España en enero de 2021, bajo una fuerte protección militar y policial para evitar cualquier actividad delincuencial.
Los tres ultracongeladores adquiridos a la empresa Carpal Médica S.L. se enviaron al Centro Militar de Farmacia, gestionado por el Ministerio de Defensa, y con sede en la localidad madrileña de Colmenar Viejo. Un espacio logístico que cobró una importancia vital en la lucha contra el coronavirus tras asumir la fabricación de medicamentos clave en el tratamiento de pacientes infectados, como Paracetamol, Ribavirina inyectable, Azitromicina en comprimidos y antibióticos, además de equipos de protección individual.
Es aquí donde se ubica una de las reservas estratégicas del Ministerio de Sanidad, salvaguardada por el personal militar. En su interior hay 300 metros cúbicos de medicamentos necesarios para luchar contra el coronavirus, 991 respiradores, 6.144.000 mascarillas y equipos de protección, así como 449.280 dosis de vacunas de Pfizer. La subsecretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, avanzó este jueves en el Congreso de los Diputados que se adquirirán otros seis ultracongeladores para aumentar la capacidad de almacenamiento a 2.134.080 dosis.
El otro escenario empleado como depósito para la reserva estratégica frente a un hipotético gran brote de coronavirus es el Centro Militar de Farmacia de Burgos. El Ministerio de Defensa alberga en este almacén una cifra similar de mascarillas, 6.120.000, que unidas a las del centro de Madrid suman más de 12,2 millones de unidades. También 55.900 litros de solución hidroalcohólica.
Más almacenes de vacunas y 'stock'
El Consejo de Ministros, no obstante, aprobó tras la reunión celebrada este martes la adquisición de compromisos de gasto con cargo a ejercicios posteriores para tramitar un contrato de reserva
estratégica de material sanitario. En concreto, la Dirección General de Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia solicitó autorización para la adquisición de compromisos de gasto de cara a próximos ejercicios ejercicios para tramitar de forma anticipada un contrato de "servicios de logística de reserva estratégica de material sanitario, de protección y farmacéutico" frente al coronavirus.
La petición del crédito atiende a la inminente caducidad del contrato de almacenamiento de material sanitario con una entidad privada, que finaliza el próximo 8 de diciembre. El nuevo contrato tiene un valor estimado de 6,2 millones de euros e incluye la recogida, recepción, almacenamiento y gestión de stocks, hasta la distribución, transporte y entrega, seguimiento de los productos y control de las caducidades.
Este compromiso es complementario a la acción que lleva a cabo el Ministerio de Defensa para albergar en sus instalaciones de Colmenar Viejo y de Burgos el material sanitario. El objetivo final es que no se produzca el desabastecimiento y colapso que se dio en los compases más duros de la pandemia.
