Nuevo seísmo político a cuenta de la reforma laboral de Yolanda Díaz. El diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego, ha informado de que el Bloque mantiene contactos con ERC y Bildu para hacer un "frente común" en contra de la "decepcionante" reforma laboral, de forma que se reclama que se derogue la legislación aprobada por el PP, tal y como se había comprometido el Gobierno de coalición. En rueda de prensa conjunta en Santiago, la portavoz nacional del Bloque, Ana Pontón; el secretario general de la CIG, Paulo Carril, y Néstor Rego han coincidido en mostrar su rechazo a la modificación realizada de la normativa laboral porque, a sus ojos, continúa con los aspectos "más lesivos" aprobados en su día en la reforma del PP.
Tal y como informó Vozpópuli, la recién aprobada reforma laboral ha provocado una escaramuza en la izquierda a la izquierda del PSOE. El proyecto estrella de la ministra de Trabajo ha desairado a las formaciones más izquierdistas, como Anticapitalistas, que se suman al rechazo expresado por sindicatos más radicales como CGT Confederación, ELA, LAB, CIG, La Intersindical y CNT. Todos llamaron a la izquierda parlamentaria a votar en contra y han tenido éxito. Ni ERC ni Bildu, socios prioritarios de POdemos, están dispuestos a apoyar la reforma en el Congreso si no se modifica vía enmiendas. Ahora, su rechazo gana terreno con el frente común formado con el BNG.
Así, critican que se mantiene el abaratamiento del despido, no se recupera la autorización previa de la autoridad laboral para los ERE, hay una prevalencia de los convenios de ámbito estatal y al tiempo que prevalece el convenio de empresa sobre el de sector (salvo en el caso de los salarios). Al respecto, la portavoz nacional del BNG exige al Gobierno central que cumpla con sus "compromisos", dado que la derogación de la reforma laboral del PP era uno de sus "puntos centrales". De tal forma, apela a un frente común de fuerzas "nacionalistas, soberanistas y progresistas" para que "no sea una nueva legislatura perdida". Y es que reprocha que el decreto aprobado por el Consejo de Ministros, a finales de diciembre, "no cumple con la promesa de derogación de la reforma laboral del PP", lo que considera una "enorme decepción".
Pontón tacha de "muy grave" que el Gobierno mantenga el "despido barato" acordado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, en lo que reduce a "un parche", dado que "un lavado de cara no soluciona los problemas estructurales en este ámbito". Por todo ello, pide "elevar el listón" en la reforma. En esta línea, la portavoz nacional del Bloque lamenta la "oportunidad perdida" que achaca a "una claudicación ante una de las parte, la patronal", así como a una "claudicación a los intereses de Bruselas" para que lleguen los fondos Next Generation, que "van a acabar en manos de cuatro multinacionales".
La advertencia es clara: "No estamos dispuestos a asumir sin dar la batalla esta decepción y nueva frustración"
Reclaman un proyecto de ley
Asimismo, BNG, ERC y Bildu demandan que se tramite como proyecto de ley en vez de como decreto, de modo que haya posibilidad de una modificación "en positivo". En este sentido, se marca el objetivo de que "la presión social" lleve al Gobierno a que "se vea obligado a derogar realmente la reforma laboral".
De hecho, apunta que es "paradójico" que la derecha "habla bien" de esta reforma laboral. Cita ejemplos como "Aznar y FAES" que dicen que "no está mal porque preserva la mayoría" de los cambios introducidos por el Partido Popular, mientras el vicepresidente de la CEOE, Lorenzo Amor, aseguró que se mantiene el "95 por ciento" de la reforma del PP. Por tal motivo, Rego avisa de que el BNG "no está dispuesto a asumir sin dar batalla" esta "decepción y nueva frustración". Por su parte, el líder sindical de la CIG, Paulo Carril, advierte de que, "pese al envoltorio y propaganda", esta reforma laboral pivota sobre aspectos "claramente negativos" e "injustos", pues no se toca un despido "casi libre" y un marco de "permanente temporalidad y precariedad". Pone de ejemplo el hecho de que prevalezca el convenio de empresa sobre el de sector. Así, en dos empresas de un mismo sector de actividad, los empleados deberán tener el mismo salario, pero no las mismas condiciones, por lo que en una compañía se podrá trabajar "50 o 60 horas más respecto de otra".
En el "gran fraude" de la normativa aprobada, Carril pone el foco acerca de que los jóvenes serán "carne de cañón" de la explotación laboral, pues también se les suma el "cóctel molotov" de la "falsa formación dual" para dar lugar a: precariedad, bajos salarios y peores condiciones de trabajo.
Montero admite tratar la reforma como proyecto de ley
En medio de la ofensiva de los socios del Gobierno, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, admite que la reforma laboral se pueda tramitar como proyecto de Ley aunque hace un llamamiento a sus socios a respetar en la medida de lo posible el pacto entre empresarios y sindicatos. Además, la ministra ha hecho un llamamiento al PP para que apoye esta reforma laboral que es fruto de un diálogo social donde los empresarios han estado representados por la CEOE: "Correspondería que el PP respetara un acuerdo del diálogo social, porque es la primera vez en la historia de nuestro país que una reforma laboral, prácticamente en su integridad, es fruto del acuerdo entre sindicatos y empresarios".