ERC ha elaborado una nueva ponencia política que se aprobará en la Conferencia Nacional de la formación entre el 12 y 13 de marzo, que reafirma la apuesta por la mesa de diálogo para resolver el conflicto catalán pero defiende "construir alternativas democráticas" si la negociación con el Gobierno central no funciona.
La ponencia, titulada 'Escrivim el futur republicà (Escribimos el futuro republicano) y recogida por Europa Press, argumenta que tanto para reforzar la posición del Govern en la mesa de diálogo como para estar preparados si la negociación no da los resultados esperados, deben "mantener el trabajo constante para construir alternativas democráticas para afrontar el embate democrático".
Así, los republicanos sitúan la desobediencia política y social y las "acciones de desbordamiento democrático" como posibles alternativas para lograr un referéndum de autodeterminación, aunque no concreta cómo se deben llevar a cabo ni en qué deben consistir, al igual que tampoco detalla en qué momento ERC dará por fracasada la mesa de diálogo.
"No renunciamos ni renunciaremos a ningún instrumento democrático que nos permita decidir nuestro futuro colectivo para llegar a la república catalana, desde acciones de desobediencia política y social hasta a acciones de desbordamiento democrático para hacer posible el derecho a la autodeterminación", afirma la ponencia.
En el documento, ERC considera que el camino hacia la independencia es irreversible y que el reconocimiento del conflicto por parte del Gobierno abre una oportunidad para una negociación "sin condiciones, en la que se pueda hablar de todo". "Nuestra apuesta por una negociación política es coherente con la demanda histórica del derecho a la autodeterminación por vías pacíficas. Sin embargo, sabemos que el éxito dependerá en gran medida de la capacidad de movilización del pueblo catalán a favor de una resolución democrática del conflicto y de la unidad en la defensa de este objetivo", afirma el texto.
Los republicanos piden al Gobierno central que se dedique a esta mesa de diálogo "con responsabilidad histórica y espíritu democrático", y reiteran que sus demandas en esta negociación son la amnistía y un referéndum que sea vinculante y con reconocimiento.
Sin hojas de ruta
La ponencia insiste en la necesidad de aprovechar las fortalezas del independentismo y de poner en práctica los aprendizajes de los últimos años, y pese a que admite que falta un consenso estratégico, plantea que "la unidad estratégica es clave, determinante", pero que se debe basar en el respeto entre independentistas y rechaza que se vincule el proyecto soberanista con un movimiento nacionalista identitario.
También advierte de que no se pueden poner "fechas fijas u hojas de ruta inamovibles", porque cree que esto los debilita y limita el margen de maniobra. "No hablamos de cuándo se producirá la independencia, sino de cuáles son las condiciones que son necesarias para llegar. Y por esto nuestro compromiso se basa en trabajar cada día para que se den estas condiciones los más pronto posible que nos permitan alcanzar el objetivo de la independencia", subraya.
Buen Gobierno
Los republicanos creen que habrá más apoyo a la independencia a medida que "más gente entienda que es una herramienta útil y al servicio del bienestar colectivo", por lo que una de las prioridades de ERC es dar respuesta a las necesidades sociales, económicas, políticas y ecológicas de la ciudadanía.
En este sentido, defienden hacer un "buen gobierno" desde la Generalitat contrapuesto a las políticas que se llevan a cabo desde el Estado, aunque avisan de que no podrán hacer las mejores políticas para la población hasta que no tengan las herramientas de un Estado independiente.
Objetivos 2030
En una de las partes de la ponencia, ERC sitúa los seis objetivos estratégicos que quieren alcanzar antes de 2030: el primero es la 'ciudadanía republicana', basada en una democracia participativa en la que el catalán esté garantizado y se haya avanzado en la erradicación de desigualdades.
El segundo es una 'nación diversa', que pasa por una transformación feminista, el respeto a la diversidad, y la interculturalidad, y el tercero es la 'sociedad del bienestar y la justicia social', para reforzar el estado del bienestar y el modelo de escuela catalana.
Otro de los objetivos es el 'país en red y entero', para que haya equidad territorial y mejores infraestructuras; el quinto es 'un ecosistema descarbonizado y vivo', en la que ERC fija su apuesta por un modelo energético descarbonizado, desnuclerizado y democrático, y el último es la 'economía del bien común', para acabar con el marco neoliberal y establacer una fiscalidad progresiva y un trabajo digno.
Horizonte 2040
Además, otro eje de la ponencia fija el horizonte para la década de 2040, que "pasa necesariamente por haber alcanzado la independencia" y están convencidos de que entonces ya será una realidad.
En este apartado, sitúan varios aspectos que deberían haber ocurrido en esa década, como erradicar la corrupción; democratizar el poder judicial; impulsar mecanismos de democracia participativa; que haya igualdad de oportunidades en el territorio; reindustrializar Catalunya y establecer un modelo de economía descarbonizada y circular; que Catalunya tenga "voz propia" en la UE; que toda la ciudadanía conozca el catalán y su uso esté garantizado, entre otros.
Debate entre la militancia
Este lunes la ponencia, que está coordinada por el exconseller y actual vicesecretario general de prospectiva y Agenda 2030 de ERC, Raül Romeva, se ha hecho pública y se ha enviado a la militancia del partido, y hasta el 31 de enero las bases de la formación pueden presentar enmiendas.
Luego, entre el 12 y 23 de febrero se reunirán los congresos territoriales y asambleas sectoriales para debatir las enmiendas, y se decidirán si se incorporan al texto o no, y finalmente el 12 y 13 de marzo se debatirá y votará de forma definitiva en la Conferencia Nacional que se hará en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), donde ya se celebraron las dos últimas conferencias de los republicanos.