El sector radical proetarra que en las últimas semanas ha alentado un rebrote violento en el País Vasco y Navarra en apoyo de un preso terrorista en huelga de hambre ha desvelado que Sortu les ofreció sus contactos en Madrid para mediar “por debajo de la mesa” en favor del recluso de la banda. La formación liderada por Arnaldo Otegi reconoce a Vozpópuli este ofrecimiento, pero precisa que lo rechazaron.
“La noche del 14 de mayo Sortu se pone en contacto con el Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión por medio de un intermediario. Sortu nos ofrece aprovechar ‘por debajo de la mesa’ unos contactos que tiene en Madrid para reconducir la situación de Patxi”, desveló el sábado este sector disidente aglutinado en torno a las siglas de ATA (Amnistia Ta Askatasuna) a través de un comunicado.
Es el grupo que está detrás de los ataques a sedes de partidos y al domicilio de la líder del PSE, Idoia Mendia. ATA reprocha a la izquierda abertzale oficial haber renunciado a la reivindicación histórica de la amnistía general para todos los presos de ETA. Sortu, heredera de la histórica Batasuna, es una de las formaciones que integran Bildu, presente en el Congreso de los Diputados desde donde recientemente han negociado la derogación de la reforma laboral con el Gobierno.
Abogados con contactos
“Sí, les ofrecimos ayuda para tratar de resolver la situación de Patxi Ruiz”, dice a este periódico un portavoz de Sortu. “Ellos y Patxi lo rechazaron”, añade. Preguntado acerca de cuáles eran esos contactos en Madrid con los que iban a mediar, desde Sortu apelan a su experiencia en el ámbito carcelario: “Como se ha hecho toda la vida, tenemos abogados que tienen contactos en Madrid, en Instituciones Penitenciarias y la Audiencia Nacional. Siempre se ha hablado con estas instituciones para encaminar la lucha”.
ATA explicaba en el mismo comunicado difundido este sábado las razones por las que rechazaron la participación de la izquierda abertzale institucional. Según dice este sector crítico, “Patxi no quiere algo así y que hay que respetar su voluntad”. También sospechan que, a cambio, les pedirían “parar las calles”. “Quienes nos hacen la oferta (sabemos distinguir de las bases del partido), más que por la vida de Patxi, se preocupan por las consecuencias que su muerte puede ocasionar en la situación política”.
No es la primera vez que ATA rechaza la oferta de la izquierda abertzale. El enfrentamiento entre el preso, sus seguidores y el partido que lidera Otegi viene de lejos. Ruiz, condenado por el asesinato del concejal de UPN Tomás Caballero, fue expulsado de ETA y su Colectivo de Presos (EPPK por sus siglas en euskera). Sucedió hace años cuando el terrorista manifestó en público sus críticas contra la estrategia política de la izquierda abertzale.
El preso contra Sortu desde la cárcel
Este periódico publicó algunas de las confidencias del terrorista a su entorno en prisión que evidencian esa guerra interna que vive el mundo proetarra desde hace una década, concretamente desde que la banda decretó el cese de los atentados. A finales del verano pasado, Ruiz le decía a una amiga desde la cárcel de Murcia que la izquierda abertzale había dado al orden de no darle ni dinero ni asistencia jurídica: “Sortu quiere silenciar la disidencia”.
En esa misma conversación, decía haberse puesto en contacto con el sector duro de Pamplona a los que se les había planteado la posibilidad de “menear la cosa” en respuesta por esas represalias. “Sabemos mantener la discreción y agradecer la ayuda ofrecida cuando esta es sincera, pero no permitiremos manipulaciones a la medida de los intereses partidistas de nadie”, zanjaba ATA en el mismo comunicado del sábado.
Trataba de responder así al comunicado que horas antes había emitido el Colectivo de Presos de ETA oficial, que les acusaba de haber “intentado utilizar toda esta situación para atacar a los miembros de EPPK, EH Bildu, Etxerat, Sare y Sortu, imputándoles no hacer nada por solucionar la situación de Patxi y más aún, echándoles la culpa de la situación general”. El preso se encuentra en actualmente en un módulo de observación en cuarentena después de que a mediados del pasado mes fuese ingresado en un hospital varios días.