Dos décadas de pujolismo, dos tripartitos de izquierda y una década de independentismo. Este podría ser el resumen rápido de los últimos 40 años de la política catalana. Una de las regiones que disfrutó de una mayor estabilidad electoral, acabó siendo el principal foco de conflictividad de los últimos años.
Las primeras elecciones regionales de Cataluña en 1980 tras la restauración de la democracia dibujaron el paisaje que seguirían las siguientes décadas. Convergència i Unió (CiU) de Jordi Pujol fue el partido más votado con 43 escaños, seguido de la izquierda, en aquel momento representada en dos grandes partidos: los socialistas del PSC y los comunistas del PSUC, con 33 y 25 escaños respectivamente.
El cuarto partido con más apoyos fue la UCD, entonces en el Gobierno central, con 18 escaños. ERC que con Francesc Macià había arrasado en las últimas elecciones democráticas durante la Segunda República de 1932, tan solo obtuvo 14 escaños.
Como curiosidad electoral, en aquellas elecciones se hizo notar la gran emigración andaluza a tierras catalanas, y la Cámara contó durante la primera legislatura autonómica con dos diputados del Partido Andalucista.
La década de las mayorías pujolistas
Durante la siguiente década, Jordi Pujol dominó los comicios de una manera apabullante con tres mayorías absolutas en las elecciones de 1982, 1988 y 1992. Emulando los éxitos socialistas de Felipe González, Pujol asentó su liderazgo en Cataluña y en la política española. El PSC también se posicionó como el segundo partido en torno a los 40 escaños. Durante estas tres elecciones, el tercer puesto queda siempre a mucha distancia de convergentes y socialistas, y baila entre Alianza Popular: 11 escaños en 1984; Iniciativa per Catalunya, con 9 en 1988; y ERC con 11 en 1992.
Estas tres mayorías serían las últimas que verá Cataluña. En los comicios de 1995, Pujol sufre una gran pérdida, y pasa de 70 a 60 escaños. El ambiente político nacional se hace sentir en Cataluña con una gran caída de los socialistas que pierden seis escaños y se quedan en 34; y con la gran subida del PP, de Alejo Vidal-Quadras, que consigue 17 escaños situándose como tercera fuerza política, el mejor resultado popular hasta el 2010.
En 1999, continúa la caída de CiU que se deja otros 4 escaños y desciende hasta los 56, muy lejos de los 68 de la mayoría absoluta. El PP que volvió a ser la tercera fuerza más votada sacó adelante la investidura de Pujol con sus 12 diputados. Aunque la principal noticia de estos comicios es la gran subida del PSC de Pasqual Maragall que obtiene 52 escaños, 18 más que en las anteriores.
Dos tripartitos
Con el cambio de siglo y la sustitución de Jordi Pujol por Artur Mas al frente de CiU, se rompe definitivamente el liderazgo convergente, y por primera vez no es la fuerza más votada, superada por los socialistas por 7.000 votos. A pesar de ello, CiU obtiene cuatro escaños más que los socialistas, 46 y 42 respectivamente, y ambas formaciones se dejan diez escaños. Estos 20 diputados van en beneficio de ERC, que experimenta una gran subida y se coloca en la tercera posición con 23 escaños. Esta legislatura supondrá la pérdida de la presidencia para Convergència , en virtud del ‘tripartit’, el gobierno entre PSC, ERC, e ICV-EA.
En 2006 se revalidará el tripartito, aunque con un gran desgaste en los dos principales partidos de gobierno, PSC pierde 5, obteniendo 37, y ERC se deja otro par, consiguiendo 21. CiU vuelve a ser la fuerza con más escaños, con 48, dos más que en las anteriores. La Cámara catalana da la bienvenida a una nueva formación, Ciutadans liderada por Albert Rivera que obtiene 3 escaños.
Se hunden las izquierdas
La crisis económica que asolaba la España gobernada por el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, anticipó en las elecciones catalanas de 2010, la debacle socialista que vivirá un años después a nivel nacional. Los partidos de izquierdas cedieron un gran espacio a la derecha de PP y CiU. El PSC comenzó el desastre electoral del que todavía no se ha recuperado, y por primera vez en su historia obtuvo menos de 30 escaños. Los 28 escaños socialistas, junto a la brutal caída de ERC, que pasó de los 21 a los 10 diputados, imposibilitaron revalidar el tripartito.
En su tercer intento, Mas, logró llegar a la presidencia con los 62 escaños, con los que doblaba al segundo partido más votado. Y el PP, liderado por Alicia Sánchez Camacho, logra su mejor resultado hasta el momento con 18 diputados. El partido de Rivera aguanta con tres escaños, y Joan Laporta entra en el Parlament con Solidaritat Catalana per la Independència.
Inestabilidad del 'procés'
Las elecciones de 2010 también fueron las últimas que cumplirán los preceptivos cuatro años de la legislatura. En un ambiente de crisis económica y tras consumar algunos de los mayores recortes en los servicios públicos, CiU decide en 2012 virar hacia la independencia y la política catalana vive el periodo más convulso desde la transición, con continuos adelantos electorales y gobiernos inéditos hasta el momento.
Mientras se mantiene la debacle socialista, ERC comienza a escalar como una alternativa real a Convergència dentro del soberanismo, y Ciudadanos gana músculo ante el retroceso de los dos grandes partidos nacionales.
La primera legislatura de Mas duró algo menos de dos años, y las urnas de 2012 arrojaron un gran retroceso de Convergència que se dejó una docena de escaños, obteniendo 50. Los votantes siguieron penalizando al PSC de Pere Navarro que perdió 8 escaños (20). Y los grandes beneficiados fueron ERC que, con 21 escaños (11 más que en 2010), arrebató la segunda posición a los socialistas. Y Ciudadanos que ascendió hasta los nueve diputados (seis más). Además, entró una nueva fuerza en el Parlament que resultaría decisiva en los próximos comicios, la CUP, de la mano de David Fernández que logró tres escaños.
La legislatura duró menos de tres años, y en 2015, la apuesta por la independencia de los convergentes fue definitiva y se presentaron junto a ERC bajo las siglas Junts pel Sí. La coalición independentista fue la más votada con 62 escaños (en los anteriores comicios y presentándose por separado, ERC y CiU habían sumado 71 diputados). El PSC de Miquel Iceta siguió cayendo hasta los 16 escaños, y Ciudadanos, de Inés Arrimadas, fue el principal beneficiado que se situó como segunda fuerza con 25 diputados. El PP perdió 8 escaños, logrando 11. Y la CUP triplicó sus resultados consiguiendo diez escaños.
Las elecciones del 155, y la victoria de Ciudadanos
Las últimas elecciones celebradas en Cataluña fueron convocadas por el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución y la destitución del gobierno del president Carles Puigdemont, tras la declaración unilateral de independencia.
Con algunos de los líderes del procés en prisión preventiva y con el expresident fugado de la justicia, Ciudadanos se impuso como la formación más votada con 36 escaños, 11 más que en 2015. La antigua Convergència , liderada por Puigdemont y presentada en estas elecciones como Junts per Catalunya, fue la opción independentista más votada con 34 escaños; dos más que ERC. El PSC recuperó uno, y obtuvo 17, y los Comunes, de Xavier Domènech, obtuvieron 8, tres menos que 2015. Y PP y CUP empataron a cuatro con caídas de 7 y 6 escaños, respectivamente.