La mascarilla será obligatoria en todo momento, incluso al aire libre, para participar y para contemplar actos de fiestas populares de la Comunidad Valenciana, como las Fallas, y en las actividades se deberá garantizar además la distancia de seguridad de 1,5 metros y tener control de aforos y de accesos.
Así lo ha anunciado este viernes en rueda de prensa la consejera de Sanidad, Ana Barceló, quien ha explicado la modificación puntual de la resolución sobre las medidas contra el coronavirus referida a los eventos populares en la región, como las Fallas de la ciudad de Valencia la próxima semana, del 1 al 5 de septiembre.
Si se llevan a cabo actividades itinerantes, como pasacalles, además del uso obligatorio de la mascarilla y de la distancia, se deberán evitar aglomeraciones, para lo cual se cambiarán aquellos itinerarios tradicionales que no permitan impedir esas concentraciones.
Barceló ha insistido en que los eventos populares no van a ser como antes porque todavía se está "en plena pandemia", y por lo tanto, aunque los datos epidemiológicos actuales son "favorables", no se puede "bajar la guardia" ni "celebrar" como si todo se hubiera acabado ya.
Sin repunte en el turismo
Las atípicas Fallas que se celebrarán en la ciudad en los próximos días no han logrado estimular un crecimiento turístico significativo, aunque servirán de escaparate a otro tipo de visitantes, diferentes a los que acuden en marzo, que descubrirán, posiblemente sin esperarlo, la singularidad de esta fiesta.
Tal y como explica a EFE el presidente de la Confederación de Empresarios Turísticos de la Comunidad Valenciana (CET-CV), Luis Martí, no se espera un crecimiento significativo de la ocupación turística entre el 1 y el 5 de septiembre, como mucho un 10% más que cualquier otro fin de semana.
"En Valencia, el fin de semana del 4 y 5 de septiembre se espera una ocupación de un 85%. Aún no sabemos cuánto de esa ocupación la provocan las Fallas, pero si tenemos en cuenta la ocupación de los fines de semana anteriores, en agosto ha sido superior al 80%", es decir, que las Fallas en sí no han supuesto un estímulo significativo al crecimiento de la ocupación, tal y como detalla Martí.
Esta previsión contrasta con la imagen de las últimas edición prepandemia, con las calles del centro atestadas de visitantes, mascletaes multitudinarias y colas frente a los principales monumentos falleros.