Tal y como dijo Carlos Herrera antes de dar la palabra a Mariano Rajoy en la presentación de su libro, el expresidente del Gobierno logró, como la Navidad, protagonizar un gran reencuentro: el de Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, protagonistas de la mayor crisis interna en el PP desde el congreso nacional de 2018 y de una guerra de agendas para evitarse en más de un mes. El exjefe del Ejecutivo aplaudió a ambos dirigentes, a los que agradeció que volvieran a sentarse juntos.
Esa imagen, la de Casado y Ayuso charlando de forma distendida después de semanas de tensión, fue el mejor prólogo del acto celebrado en Casino de Madrid. Ambos dirigentes posaron junto a Mariano Rajoy, José Luis Martínez-Almeida y Alfonso Fernández Mañueco en la foto de familia más esperada por los periodistas... y también por dirigentes y cargos intermedios del PP.
El 'making of' de esa foto, sin embargo, estuvo también envuelto en la polémica. Diferentes cuentas de Twitter publicaron vídeos en los que se ve a Mariano Rajoy hacer un gesto a Isabel Díaz Ayuso para que se situara junto a Pablo Casado, y a la presidenta de la Comunidad no hacer caso de esas indicaciones. Pronto se empezó a hablar de la 'cobra' de la dirigente autonómica al presidente nacional del PP.
La realidad, sin embargo, fue muy diferente. Tal y como confirmaron a Vozpópuli distintas fuentes, próximas a Casado y también a Ayuso, la presidenta de la Comunidad fue situada junto a Rajoy, y no junto a Casado, por una responsable de la organización, y en estricto "cumplimiento del protocolo". Vídeos difundidos con posterioridad demuestran, incluso, como la dirigente madrileña es cogida del brazo para ubicarla en el lugar definitivo para la foto.
La conversación entre Casado y Ayuso
Ya sin cámaras ni periodistas delante, Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso mantuvieron una breve conversación, en la que el líder nacional del PP explicó a la presidenta de la Comunidad su agenda para los próximos días. Casado se desplazará este jueves a Atenas para reunirse con el presidente griego, Kyriakos Mitsotakis, y el viernes viajará hasta Chipre para entrevistarse con Nikos Anastasiadis, presidente del país.
Esos viajes le impedirán a Casado acudir al acto por la Constitución que organiza el PP de Madrid el viernes, y al que acudirá Ayuso. No obstante, antes de despedirse, los dos dirigentes emplazaron a verse en el Congreso el próximo lunes 6 en los actos institucionales por el Día de la Constitución: "Nos vemos el lunes", le dijo Casado a Ayuso.
La presidenta de la Comunidad fue de las primeras en abandonar el Casino de Madrid, entre una maraña de cámaras de televisión. Ayuso no hizo declaraciones sobre su reencuentro con Casado. Un encuentro que, según fuentes de Génova, se enmarca dentro de la "normalidad" y la "cordialidad". Casado tardó unos 20 minutos más en salir del edificio, para dirigirse a otro acto en la Cámara de Comercio.
Reparto de elogios de Rajoy
Ya en su discurso, Mariano Rajoy señaló, uno por uno, a los otros protagonistas de la presentación de su libro. De Pablo Casado afirmó que "debe ser pronto presidente de este país por el bien de todos". Incluidos, añadió, "tanto los que les han votado como los que no".
A Isabel Díaz Ayuso le agradeció estar "aquí", en referencia al Casino de Madrid, y "ahí", por estar junto a Pablo Casado. Entre ambos, eso sí, se situó en la fila de asientos para seguir la alocución de Rajoy la mujer del expresidente, Elvira Fernández. Además, la definió como una política "valiente".
Tal y como adelantó Vozpópuli, Mariano Rajoy reivindica en su nuevo libro, Política para adultos, el bipartidismo, se muestra muy crítico con la nueva política -en especial con Podemos y Vox- y muestra sus dudas sobre las primarias. Unas reflexiones que el expresidente compartió con todos los presentes en la presentación de su obra.
El ex jefe del Ejecutivo afirmó que, en su libro, quiere lanzar tres mensajes claros: la "defensa de la democracia liberal"; que "el populismo es uno de los mayores retos a los que se enfrentan las democracias liberales"; y "qué deben hacer las democracias para hacerse más fuertes y perdurar".
Mariano Rajoy también reivindicó la figura de Juan Carlos I, "atropellado inmisericordemente en este país", y tiró de ironía para atacar al mensaje inclusivo: "Cuando se dice 'No cabe un tonto más', nadie interpreta que a una tonta sí que hay que hacerle sitio".
Finalmente, quiso dejar claro que, pese al avance de los populismos, se muestra optimista con el futuro de la política en España: "En 2014 Pablo Iglesias afirmaba que el régimen del 78 con su rey, sus Pactos de la Moncloa, sus bases de la OTAN… estaban en crisis. Pues bien, Iglesias ha abandonado la política, pero sigue la Constitución, el bipartidismo se refuerza, nuestros militares siguen en sus bases...".
Arropado por sus exministros
Más allá de la presencia de Pablo Casado, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, Mariano Rajoy contó con la presencia de los dos portavoces del PP en el Congreso y en el Senado -Cuca Gamarra y Javier Maroto-, a los que acompañaron diputados y senadores.
El expresidente también estuvo acompañado de un número significativo de ministros de sus diferentes gobiernos, encabezados por su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.
Así, acudieron al Casino de Madrid, entre otros, Fátima Báñez, Cristóbal Montoro, Ana Mato, Ana Pastor, Rafael Catalá, José Ignacio Wert, Alfonso Alonso, e Íñigo de la Serna. También estuvo presente su último jefe de gabinete, José Luis Ayllón.
