Francia ha superado el umbral de los 3.000 contagios en un solo día, lo que confirma la escalada esta semana de la epidemia, que ha llevado a las autoridades a reforzar y extender el dispositivo de prevención y que puede provocar nuevas restricciones de viaje en otros países.
La Agencia de Salud Pública de Francia indicó este sábado en su página web que en las últimas 24 horas se han declarado 3.310 positivos, un incremento notable con respecto a los 2.846 del viernes, los 2.669 del jueves, los 2.524 del miércoles y los 1.397 del martes.
El empeoramiento de la situación es también evidente a la vista de la tasa de positivos, que sube dos décimas con respecto a la comunicada la víspera hasta el 2,6 % del total de los test realizados entre el 6 y el 12 de agosto. Desde el comienzo de los registros en febrero se llevan contabilizados 215.521 contagios.
El número de focos activos también crece hasta 252, con la detección de 17 nuevos en el último día. En cuanto a los hospitalizados, que habían bajado ligeramente desde comienzos de semana, este sábado la tendencia cambia aunque de forma poco pronunciada, y son ahora 4.857, frente a los 4.828 del viernes.
Lo mismo ocurre con los que están ingresados en las UCI, que pasan a 376, nueve más. En las últimas 24 horas ha habido cuatro muertes por coronavirus en los hospitales franceses (las cifras de las residencias no se actualizan todos los días). El total de fallecimientos por la epidemia es de 30.409.
París y Marsella se consideran, en virtud de un decreto publicado el viernes zonas de circulación activa del virus, lo que da a los prefectos (delegados del Gobierno) mayores competencias para imponer nuevas medidas restrictivas.
El de París las ha aprovechado inmediatamente para ampliar muy significativamente las calles y otros espacios públicos en los que es obligatorio llevar mascarilla. Ahora la lista cubre todos los barrios con tránsito intenso de personas.
Además, eso se extenderá a toda la ciudad sin excepción "si la situación epidemiológica empeora más", ha advertido el prefecto, que también ha amenazado con el cierre administrativo de los bares y restaurantes en los que no se respete un metro de distancia entre las personas y con prohibir las reuniones de diez o más personas donde eso tampoco ocurra.
Francia se enfrenta al riesgo de que la mala evolución de sus datos del coronavirus se traduzca en barreras a los viajes como las que ya aplica desde este sábado el Reino Unido, que exige una cuarentena de 14 días a todos los que llegan de la otra orilla del canal de la Mancha.