La sequía que vive España ya tiene a sus principales perjudicados: la agricultura y la ganadería. La falta de lluvias ha provocado que, por ejemplo, se haya perdido el 80% de las cosechas de secano y que dos explotaciones ganaderas estén 'bajando la persiana' al día. Una situación ya anunciada en marzo y que trató de ser atajada por el Gobierno mediante la redacción de un Real Decreto. ¿El problema? Según los afectados, casi todo el texto han caído en saco roto, ya que no se ha puesto en marcha lo que establecía.
Los sectores agrícolas y ganaderos se sienten abandonados por el Gobierno y catalogan como insuficiente la Mesa de la sequía convocada por el Ministerio de Agricultura para el próximo día 5 de septiembre. El motivo que esgrimen es que esta cita tan solo servirá para hacer un informe de la situación hidrográfica y de las explotaciones rurales. No habrá una toma de decisiones para paliar los efectos de la sequía en los campos españoles. De hecho, en la mesa no se sentará siquiera el ministro de Agricultura, Luis Planas: el máximo responsable del organismo público será uno de sus subdirectores, que es quien ha realizado la convocatoria.
"Necesitamos infraestructuras básicas como desaladoras", señala Juan José Álvarez, director de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), que cataloga como "deprimente" que Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, "dijera que estaba en contra de los trasvases".
Álvarez cataloga como "una tomadura de pelo" que las medidas firmadas en el Real Decreto de marzo "no se haya puesto ya en marcha" y pide que el grupo de trabajo creado por el Ministerio de Agricultura en marzo "no diga que ha estado trabajando, porque no sabemos en qué lo han hecho". Señala que algunas de aquellas medidas necesitan actualizarse por haber quedado ya obsoletas: "Hay que sacarlas adelante con una actualización y apoyarlas con rebajas fiscales a los agricultores y ganaderos".
Andrés Góngora, de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), cree necesaria la creación de un Plan Hidrográfico Nacional, además de aumentar "la capacidad de embalses y acuíferos", así como la creación de sistema de desalinización "como alternativa para ciertos cultivos", aunque matiza que esta debe realizarse "con renovables porque su coste es alto".
Con estas medidas, Góngora cree que así aumentaría el almacenaje de agua cuando haya excedencia, aunque recalca que "no hay debate en España" al respecto. Cree que donde más se va a sufrir es en la cabecera de los ríos, ya que muchos de los pantanos no se sitúan en esas zonas, que ahora presentan un importante desabastecimiento. "Ahí es donde se plantean los recortes de regadío".
José Manuel Delgado, miembro del equipo técnico de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), apuesta por otras recetas, como reducir emisiones y una PAC, que llegará en 2023, que apueste por medidas "incentivadoras y no castigadoras". También cree indispensable mejorar "en materia de seguros agrarios, porque cada vez hay más problemas de destrozos".
Señala que estas deben aplicarse lo más rápido posible, ya que "las previsiones son malas de cara al año que viene, se espera un otoño cálido y menos lluvioso de lo normal". Apunta que "un otoño normal no puede compensar lo perdido, pero si encima hay menos precipitación, podemos tener un problema grave de cara al año que viene. Si viene otra sequia puede ser tremendo".
Para racionar el agua, cree necesario "modernizar los regadíos mediante la digitalización para evitar el exceso de riego". Cree que hay que apostar por esta tecnología y por las renovables para hacer más eficiente el trabajo del medio rural, aunque cree que hay que tomar medidas urgentes, ya que "la situación ha superado las peores expectativas". También ve con buenos ojos el uso de aguas regeneradas "como sustituto de otro tipo de aguas cuando haya falta de disponibilidad".
Pese a todas estas propuestas y la petición de una actuación urgente, la sensación de estos expertos es que el Gobierno dejará que pase el tiempo y no actuará. "Pasarán página seguro, entramos en ciclo electoral y no van a querer hacer una medida que les pueda afectar". De ahí que la Mesa de la sequía no "satisfaga las expectativas". Pide una reunión de carácter político y no técnico en la que se tomen medidas para ayudar a los ganaderos y agricultores, además de establecer una línea de trabajo que reduzca el impacto de las sequías.
En esa misma línea habla Álvarez, que pide "como sector que el gobierno se moje". Cree necesario "hacer infraestructuras para que no se derroche el agua de los rios, modernizar los regadíos y trazar planes hidrograficos", ya que el agua "genera riqueza y empleo". Destaca la importancia del agua: "3,5 millones de hectáreas de regadío producen lo mismo que 11 millones de secano". De ahí que pida al Gobierno que active los fondos 'Next Generation' dedicados al sector agrario, una partida "ínfima", tal y como señala, pero que "deben ponerla ya".
Por su parte, Delgado ve como "insuficiente" la reunión, porque "la situación en marzo era grave, pero ahora es caótica, especialmente en algunas zonas". Señala que la reserva hídrica está en un 35,9% de su capacidad, una "cifra ficticia", debido a que "hay sedimentos en el fondo que representan en torno a un 10%". Es decir, que hay menos agua de la que dicen los registros.
Debido a todo esto, Álvarez sentencia que "la triste realidad es que el sector agrario está abandonado" y amenaza con manifestaciones en el sector: "Tenemos una junta directiva el fin de semana y de ahí saldrá una petición de movilizaciones".
Los ganaderos, en una situación crítica por la sequía
Aunque el sector agrícola está al límite, estos tres expertos creen que el sector más afectado es el ganadero, ya que el agua no solo sirve para que los animales beban: también para que los pastos crezcan fuertes, algo que no ha sucedido. Esto ha provocado que los dueños de explotaciones hayan tenido que comprar pienso, cuyo precio se ha disparado por la inflación.
"La situación en la ganadería es caótica, los prados están secos en zonas como Galicia y Cantabria", señala Delgado. A esto hay que sumar la falta de agua en algunas zonas donde los animales no tienen nada que beber. Para solventarlo, los ganaderos han tenido que invertir dinero en camiones cisterna que les lleven el líquido elemento desde otro sitio. Y se quejan de que los precios a los que venden las piezas de carne son los mismos que antes. "El consumidor gasta más, pero el agricultor y el ganadero siguen con los mismos precios en origen. Como esto siga así, no sé que pasará", afirma Juan José Álvarez.
Delgado se pronuncia en esta misma línea: "En su momento priorizamos la ganadería, pero ahora todos los sectores tienen un problemón. Están retirando dotaciones al regadío, con los gastos disparados. Hay muchas zonas con problemas para dar agua a los animales y eso supone un gasto muy grande que luego el mercado no compensa". De ahí que, como señala Álvarez, haya dos explotaciones al día que estén echando el cierre.
Andrés Góngora señala que ahora, la principal prioridad es "llevar agua a las explotaciones ganaderas", ya que son "quienes más están padeciendo la sequía". Por este motivo, Álvarez defiende que se aplique de inmediato "la ley de cadena alimentaria" para que los precios se adecúen a los gastos que ahora asumen los agricultores y ganaderos.