El Gobierno sabe que es muy difícil sacar adelante los presupuestos generales del Estado 2018 antes de enero, como ha reconocido esta tarde el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pero no va a dejar de ‘abonar’ el terreno para que el PNV vuelva al acuerdo.
Por eso, hoy el Consejo de Ministros ha remitido a las Cortes, para su tramitación, el proyecto de ley de Cupo Vasco para el quinquenio 2017-2021 con un cupo base de 1.300 millones este año.
Montoro ha explicado en la posterior rueda de prensa que se pone en marcha así el acuerdo que los gobiernos Central y Vasco, y las Diputaciones Forales, alcanzaron el pasado 19 de julio.
Esto “demuestra que el Gobierno es fiel a los compromisos adquiridos con el PNV”, ha dicho el titular de Hacienda en un claro guiño al socio parlamentario del que depende que Mariano Rajoy tenga cuentas públicas el año próximo y pueda culminar la legislatura.
No obstante, el gabinete es consciente de que hasta que no pase la actual crisis, va a ser muy complicado que los nacionalistas vascos vuelvan a prestar su apoyo al PP.
Además, Montoro ha trasladado un mensaje implícito a Cataluña cuando ha señalado que “desde el respeto al ordenamiento jurídico es posible potenciar el autogobierno”.
En la misma rueda de prensa, el Ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, ha negado reiteradamente un pronunciamiento sobre el encarcelamiento de nueve exconsellers del Gobierno de Puigdemont.
Según Mendez de Vigo, todos ellos, incluido el vicepresidente, Oriol Junqueras, tienen intactos su derecho a presentarse a las elecciones del 21-D.
Unas elecciones “con”, ha ironizado, en referencia a que tendrá censo, junta Electoral y recuento oficial, a diferencia del referéndum ilegal “sin” garantías, del uno de octubre pasado.
Respecto a la situación del expresidente Puigdemont en Bélgica, Méndez de Vigo tampoco ha querido pronunciarse. Se ha limitado a señalar que la prensa da internacional y las cancillerías ya “le han juzgado con severidad”.
