De puertas para afuera, el choque entre Génova y Sol a cuenta del congreso del PP de Madrid se dio por concluido tras las palabras de Isabel Díaz Ayuso a Pablo Casado en la convención nacional del partido. No obstante, las tensiones se mantienen, aunque ahora no se 'retransmiten'. Entre otras cosas, porque se ha confirmado que esos enfrentamientos públicos desmovilizan al electorado popular.
Así lo confirman a Vozpópuli altos cargos de Génova con acceso a los 'trackings' que realiza el partido cada semana. Las mismas fuentes aseguran que la polémica generada por la presidenta de la Comunidad de Madrid en los días previos a la convención de Valencia se notó, y mucho, en los sondeos realizados en paralelo al cruce de declaraciones entre la propia Ayuso y la ejecutiva nacional del PP.
En ese sentido, y tras semanas de "crecimiento y estabilización" del partido en la intención de voto, el PP experimentó un "retroceso" que en Génova achacan a dos factores fundamentales: el choque con Sol por la reivindicación de Ayuso de celebrar el congreso regional cuanto antes, y el anuncio del viaje de la presidenta de la Comunidad a Estados Unidos coincidiendo con el inicio de la convención nacional.
Ambos acontecimientos, y la repercusión que tuvieron tanto en los medios de comunicación como en el propio partido, provocaron que el PP bajase dos puntos en intención de voto justo antes del gran cónclave de Valencia, planificado por Génova como la gran puesta de largo de Pablo Casado de cara al inicio del nuevo curso político.
"Pudo ser peor"
Los cargos del PP consultados por Vozpópuli afirman que el partido, tras la convención de Valencia, ha recuperado los niveles de intención de voto previos a la polémica entre Génova y Sol. Admiten que las palabras de Ayuso a Casado en Valencia sirvieron para "calmar los ánimos" -sobre todo de cara a la opinión pública- y que, de haberse confirmado la ausencia de la presidenta regional, el partido habría dado una imagen de división que repercutiría en las encuestas: "Pudo ser peor".
Las mismas fuentes señalan, en ese sentido, que la presencia de Ayuso en Valencia estuvo "en vilo" en varias ocasiones. La última de ellas, a cuenta de un acto con Alejandro Sanz en Los Ángeles: "Se nos transmitió que igual no llegaba a tiempo porque quería acompañar a Alejandro Sanz a descubrir la placa con sus manos grabadas en el Paseo de la Fama de Hollywood".
Génova, sin embargo, logró que Ayuso estuviera en tiempo y forma en Valencia, aunque se perdiera la foto con Alejandro Sanz. Después, vino su discurso descartándose como alternativa a Casado y anunciando su lealtad al presidente nacional. Unas palabras que en el PP de Madrid no se creen del todo.
Miembros relevantes del partido en la Comunidad reconocen que "sigue habiendo tensión", y que volvió a quedar patente el domingo posterior a la convención nacional: "Mientras se publicaba una entrevista de Casado en El Mundo, Ayuso protagonizaba la portada de ABC ese mismo día con otra entrevista. Eso el votante de a pie puede detectarlo o no, pero a nivel interno muchos lo han interpretado como un intento de Sol de contraprogramar al presidente".
El barómetro del CIS
En todo caso, el retroceso que los 'trackings' del PP identificaron en los días más crudos de la polémica entre Génova y Ayuso ha quedado atrás y el partido ha recuperado esos dos puntos en intención de voto que había perdido, según los sondeos internos. El CIS, además, ha reducido la distancia de los populares con el PSOE en su último barómetro.
El estudio, hecho público el viernes, registra una caída de más de un punto del PSOE respecto al barómetro de septiembre, pasando del 29,6% al 28,5% actual. El PP, por su parte, sube del 20,5% de septiembre al 22,1% de octubre, situándose a seis puntos de los socialistas.
El resultado, por tanto, es positivo para los populares que, sin embargo, no dan excesiva importancia al estudio realizado por el organismo que dirige José Félix Tezanos. Desde Génova hace tiempo que no dan credibilidad a esos sondeos y, de hecho, se insiste en la dimisión del director del CIS tras su imputación por presunta malversación de fondos públicos.
