No se lo podían creer. Sus caras delataban que algo había pasado, y no bueno precisamente. El examen para el que tanto habían estudiado había dado un giro de 180 grados desde el momento en el que le dieron la vuelta y comenzaban las cuatro horas de test que decidirían su futuro laboral.
Preguntas cambiadas, que no tocaban, otras cuya redacción ocupaban hasta 10 líneas, varias que se impugnaron en mitad del examen. Son algunas de las calamidades a la que los futuros abogados se enfrentaron el pasado 6 de abril, cuando se celebró en toda España y se presentaron 6.200 aspirantes.
“Menuda vergüenza” es lo más suave que se podía leer en redes sociales. ¿Pero qué pasó para que una unánime queja se propagase por todo el país? La prueba consistía en dos partes: una de 50 preguntas sobre el estatuto y código deontológico del abogado, y otra de 25 sobre la especialidad que cada uno escogiese (civil, penal, laboral o administrativo). O eso les habían contado.
El mismo examen los últimos cinco años
La realidad, cuando dieron la vuelta al test, fue muy distinta. “Apenas había cinco o seis preguntas de deontología, y nos cayeron preguntas específicas en la parte común. Yo tuve que responder cuestiones de civil y penal”, dice Noelia, malagueña de 25 años que se presentó a la especialidad de derecho laboral.
“En los últimos cinco años ha habido nueve exámenes y todos seguían el mismo patrón. Pero este año no sabemos por qué nos han hecho esto, parece que tienen manía a esta promoción”, dice Manolo, de 60 años. Otra cuestión que denuncian es que las preguntas, en teoría, debían ir a cuestiones generales, nunca concretas. "Se nos dijo que no teníamos que aprendernos tipos penales concretos, simplemente saber diferenciar temas generales", denuncia otro examinado.
Con 57, este antiguo director de área de La Caixa ya no daba el perfil que buscaba la empresa y lo prejubilaron dentro de un ERE. Decidió que era momento para dar un cambio a su vida y se apuntó al grado de derecho por la universidad a distancia (UNED). Año por año se sacó la carrera, para terminar inscribiéndose en un máster (obligatorio para poder ejercer). Y ahora la prueba final. “Al nerviosismo que ya teníamos le tienes que sumar el examen con el que nos encontramos”.
"No tenía nada que ver con el temario"
Ana tiene 24 años y es natural de Cádiz. También se examinó en Málaga, de la modalidad de penal. Cuando se enteró de la fecha del examen estaba trabajando, por lo que tuvo que pedir un mes y medio para preparárselo. “No tenía nada que ver con el temario”, denuncia. También explica que, en mitad de la prueba de administrativo, la persona encargada de cuidar que no hubiese copieteos les dijo que dos preguntas quedaban impugnadas, por lo que tenían que responder las de reserva. “Había gente que en ese momento ya había salido del examen”, confirma Noelia.
“Algunos compañeros le fueron a preguntar a los que vigilaban el examen que por qué se había cambiado y endurecido tanto el examen. Les dijeron que el Ministerio de Justicia había recibido correos electrónicos de algunos bufetes de abogados exigiéndolo, diciendo que los de otros años habían sido un ‘coladero’ y que cada año entran demasiados abogados”. Vozpópuli ha preguntado por todas estas cuestiones a los responsables de Justicia que se han limitado a decir que "todas las preguntas del examen eran del temario" y han confirmado que, una vez empezado, se impugnaron dos preguntas del test de la especialidad de Administrativo.
Para poder ser abogados, a los aspirantes se les barema la nota media del máster en un 30% y la del examen en un 70%. La prueba tiene una media de aprobados alta, superior al 80%, pero los afectados preguntados creen que este año ese porcentaje bajará considerablemente. De hecho, muchos se plantean impugnar la prueba, lo que deja un futuro incierto para quienes aprobaron.