La precipitada evacuación de Kabul fue la culminación del "fracaso de Occidente" en Afganistán, en palabras de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Los informes alertaban de que la retirada de Estados Unidos reflejaría la debilidad de las estructuras oficiales ante el avance talibán, pero fue imposible prever el devenir de los acontecimientos. Ahora, Irak se prepara para el inminente repliegue del grueso de las tropas norteamericanas desplegadas en el país. El Ejército español analiza las lecciones aprendidas en Afganistán y las traslada a Bagdad. La conclusión es clara: las fuerzas iraquíes tienen "voluntad de vencer" y, por tanto, sostienen una mayor solidez frente a las embestidas insurgentes.
Esa es la definición que emplea el general de brigada del Ejército de Tierra Carlos Salgado Romero. Sus conclusiones, en definitiva, encajan en las de la OTAN y en la coalición internacional desplegada en el país en su lucha contra el Estado Islámico. No en vano, el general es el jefe del Estado Mayor de la misión que la Alianza Atlántica mantiene en Irak. Bajo su mando se articulan las operaciones del contingente integrado por varias fuerzas aliadas, incluido Estados Unidos.
En el horizonte está la inminente retirada de las tropas de combate que Washington mantiene en el país. Ahora serán las fuerzas iraquíes las encargadas de asumir la responsabilidad total de la seguridad en sus fronteras. Lo harán con el apoyo y respaldo de la OTAN y de la coalición internacional contra el Daesh, pero sin la presencia de esas tropas estadounidenses. Algunos sectores temen que se produzca un vacío y que grupos como el Estado Islámico aprovechen la situación de debilidad para retomar posiciones perdidas. El paralelismo con Afganistán y los talibán es inevitable.
Pero el general Salgado descarta que pueda producirse una situación similar. Que los terroristas, al igual que en Afganistán, avancen sin oposición del ejército oficial iraquí. "Las Fuerzas Armadas y cuerpos de seguridad iraquíes no tienen nada que ver con los afganos", asevera el general, entre otras reflexiones, en la Revista Española de Defensa (RED), editada por el Ministerio que dirige Margarita Robles. Habla con la experiencia de haber participado en operaciones en ambos países, entre su largo historial de destinos y puestos de responsabilidad.
La lucha del ejército iraquí
A su juicio, "los iraquíes son mucho más fiables y preparados" que los afganos en términos operativos. Pero el general Salgado destaca una salvedad principal entre ambos escenarios: "Desde el punto de vista político, Irak es un gran país y hay conciencia de nación. En el caso de Afganistán son un conjunto de tribus de diferentes etnias, sin conciencia de nación; en definitiva, un no-país en un Estado fallido". El hecho diferencial, señala el general, es la "voluntad de vencer" del ejército iraquí, un "aspecto moral" del mando y tropa de "imponerse al adversario en cualquier situación por desfavorable que sea"; o lo que es lo mismo, tener "fe en el triunfo" y una "identificación" con los ideales nacionales.
Esa voluntad, señala el general Salgado, marcó episodios como la resistencia del ejército iraquí frente al Estado Islámico en los compases más duros de la guerra, incluso en 2014, cuando los terroristas conquistaron casi todo el país con la excepción de Bagdad, defendida a sangre y fuego por las tropas oficiales. Con el apoyo internacional, las Fuerzas Armadas iraquíes revirtieron la situación y liberaron una por una todas las ciudades en manos de Daesh.
Tenacidad que, a tenor de las valoraciones del general, no se dio entre las tropas afganas ante el avance talibán. El resto es historia: los integristas tomaron Kabul con gran facilidad y Occidente se precipitó en una difícil estampida con el aeropuerto Hamid Karzai como principal punto de evacuación. Las tropas españolas, con sus aviones A400M, lograron extraer a 1.900 personas. España aún mantiene abiertas las vías de evacuación, con la ruta alternativa de Pakistán.
Aunque la comparación es casi obligatoria, los informes y la experiencia descartan que Irak pueda sufrir un colapso similar al de Afganistán. Fuentes de seguridad consultadas por Vozpópuli detallan, además, la gran diferencia entre los talibán y los terroristas de Daesh: mientras que los primeros llevan décadas arraigados en las estructuras de poder afganas y en la sociedad, los segundos han tenido menos tiempo para extender su influencia con la misma profundidad.
Estados Unidos se marcha de Irak y queda la incertidumbre de qué ocurrirá en el futuro más inmediato. Las lecciones aprendidas de Afganistán, no obstante, servirán para no repetir algunos de los errores de los últimos meses. La "voluntad de vencer" de los iraquíes, señala el general Salgado, supondrá la diferencia entre el colapso o el éxito.