España

Madrid pone el foco en la capacidad de la enfermera: "Para quitarse un traje no hace falta un máster"

El consejero de Sanidad explica que a los profesionales se les dieron cursos de formación, "de media hora o más" y que no ha habido ningún problema, aunque "unos tienen mayor capacidad de aprendizaje que otros", dice el día después de acusar a la enfermera de mentir. 

  • El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez

El Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, sigue dando declaraciones a los medios desde que este miércoles por la tarde compareciera para explicar que la enfermera afectada de ébola podía haber mentido. Este jueves ha señalado también, a raíz de la polémica por la escasa formación que han recibido los sanitarios, que "para explicar a uno cómo quitarse o ponerse un traje o no hace falta hacer un máster. Pero unos tienen una mayor capacidad de aprendizaje que otros. No sé si duran media hora o más, pero se lo han puesto médicos, enfermeras, personal de ambulancias... y no ha habido ningún problema. Yo no sé si hay trajes más sofisticados pero ninguno de los que han atendido al primer paciente se ha contagiado, por lo tanto el traje les estaba protegiendo y son los mismos que se han utilizado en el segundo caso. El traje parece que ha funcionado perfectamente", declaraba en El programa de Ana Rosa

Además, explicó que su departamento está investigando quién hacía los controles cuando la auxiliar se contagió, algo que sería responsabilidad de la supervisora que había en la sala. En otra entrevista posterior aseguró también que se ha abierto una investigación sobre la denuncia que un médico del Carlos III que atendió a Teresa Romero hizo a través de una carta para quejarse de la falta de medios. Se trataría de "poner orden" y pedir la "responsabilidad" del mando del centro. 

Rodríguez ha insistido de nuevo en que la auxiliar de enfermería contagiada de ébola "ocultó" información relevante sobre lo sucedido al no informar de que pudo haber un error en el cumplimiento del protocolo al producirse un posible contacto del guante con su cara.

"Hay  información que ha ocultado, ella no dijo nada cuando llamó (al Carlos III) de que podría haberse producido ese contacto porque si lo hubiera dicho el primer día se hubieran tomado otras medidas", ha explicado Rodríguez en una entrevista en la SER recogida por Europa Press.

El responsable autonómico ha reconocido también que las declaraciones realizadas ayer en las que acusaba a la auxiliar de enfermería de mentir no fueron "afortunadas" pero ha reiterado que la enferma "no ha dado toda la información que tenía". En este sentido, el consejero ha recordado que "el protocolo dice que hay que alarmarse cuando la fiebre es superior a los 38,6 grados, si no se ha producido un error se considera de bajo riesgo. Si ella hubiese dicho que se había producido ese contacto el resultado hubiese sido distinto y no lo había dicho nunca".

Para Rodríguez lo que "está claro es que ella ocultó información no se con qué objeto pero hasta ahora no contó esa posibilidad". Asimismo, se mostró convencido de que "algo ha pasado porque si no fuese así, no se hubiese contaminado y eso se puede garantizar".

Ha hecho hincapié además en el cumplimiento "escrupuloso" del protocolo que "es una normativa que se aplica en todos los países y que dice que hay que tomar la temperatura dos veces al día y sospechar si se pasa de los 38,6 grados".

En cuanto a la posibilidad de asumir responsabilidades en el caso de que se demuestre que hubo errores por parte de los responsables sanitarios y políticos, se ha mostrado dispuesto a hacerlo. "Si tengo que dimitir dimitiría, yo llegué a la política comido y bien comido y no tengo ningún apego al cargo. Soy médico y afortunadamente tengo mi vida resuelta", ha concluido el consejero.

Ha precisado, no obstante, que "si de todos los errores que se cometen en Madrid el responsable es la Comunidad se estaría cambiando continuamente de administración; las personas cometen errores y muchos pacientes tienen enfermedades contagiosas y el médico las tiene que tratar".

La enfermera mejora

Por su parte el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha indicado este jueves que la auxiliar de enfermería ingresada en el Carlos III de Madrid a causa del contagio de ébola se encuentra "algo mejor" y la carga de virus en su cuerpo al parecer no se incrementa, gracias al suero que se le está aplicando.

En declaraciones a Onda Cero, González ha deseado que la trabajadora se recupere cuando antes, ha hecho un llamamiento a la tranquilidad y recalcado que, dentro de las dificultades, la situación está "bastante controlada" por los profesionales.

González ha asegurado que el consejero de Sanidad no quiso culpar a la mujer, durante su comparecencia de ayer en el parlamento madrileño y que ya matizó esas afirmaciones "que pudieron sonar fuera de contexto" o "no oportunas".

El presidente de la Comunidad de Madrid ha recalcado que la administración madrileña ha cumplido los protocolos marcados por el Ministerio de Sanidad y la Organización Mundial de la Salud y actuado conforme a esos criterios, aunque se ha mostrado abierto a analizar lo sucedido para mejorarlos.

Según González, la "prueba" de que el protocolo es correcto es que de la atención al primer misionero contagiado de ébola no se derivó "ninguna circunstancia" como el contagio de la auxiliar, que ha achacado a un posible "acto reflejo" de una profesional "con una gran experiencia" y con un "gran mérito" por su condición de "voluntaria". 

La Comunidad, erre que erre

Por su parte el consejero de Presidencia y Justicia y portavoz de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria, ha reafirmado una vez más que los protocolos del Ministerio de Sanidad para tratar a pacientes afectados de ébola "han funcionado" salvo en el caso de la auxiliar afectada, quien ha reconocido que se produjo un "error humano". 

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Victoria ha vuelto a excusar a la Comunidad repitiendo que los protocolos han funcionado y desviando la atención al error humano de Teresa Romero al haberse podido tocar la cara con un guante. "Los protocolos han permitido que no haya ni un dato positivo de los más de 60 profesionales que trataron a los dos misioneros repatriados, salvo un caso en el que la propia paciente ha reconocido que pudo cometer un error humano", dijo. 

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