La media de edad de los jóvenes españoles al abandonar la casa de los padres es de 29,5 años, que es la sexta más alta de la UE, cuando la media comunitaria es de 26 años. Los suecos son los primeros en abandonar el nido, con 18,5 años de promedio, según datos difundidos este martes por Eurostat.
La oficina comunitaria de estadística indica, con datos de 2017, que jóvenes de algunos países del norte de la UE son los primeros en emanciparse: Suecia (18,5 años de media), Dinamarca (21,1 años), Finlandia (22,0) y Luxemburgo (20,1). También dejan el hogar paterno antes de los 25 años los jóvenes de Estonia (22,2 años); Alemania, Francia y Países Bajos (23,7), y Reino Unido (24,7).
En el otro extremo se sitúan los jóvenes de Croacia (31,8 años), Eslovaquia (30,9), Malta (30,7) e Italia (30,1), que son los únicos países cuya población juvenil se va de casa con más de 30 años de media. Cerca están los de Bulgaria (29,6), España (29,5), Grecia (29,3) y Portugal (28,9).
Las mujeres se marchan antes
Las mujeres abandonan la casa de los padres antes que los hombres en casi todos los países de la UE, salvo Suecia (18,5 años de las mujeres y 18,4 de los hombres).
Las mayores diferencias entre géneros se registran en Rumanía (25,6 años de las mujeres y 30,5 de los hombres), Bulgaria (27,5 frente a 31,7, respectivamente), Grecia (28,0 y 30,6), Hungría (25,8 y 28,3), Polonia (26,3 y 28,8), Eslovaquia (29,7 y 32,1) y Lituania (24,5 y 26,9).
Por otro lado, más de un tercio de los hombres (35,3%) de 25 a 34 años todavía vivían con sus padres en 2017, por una quinta parte de las mujeres (21,7%). De media, un 28,5% de los jóvenes europeos vive en el hogar de los padres.
La proporción de jóvenes de 25 a 34 años que sigue en la casa de los padres varía desde menos del 10% en Dinamarca (3,2%), Finlandia (4,7%) y Suecia (6,0%) hasta más de la mitad en Croacia (59,7%), Eslovaquia (57,0%) y Grecia (56,3%). En España el porcentaje es del 42,8%, es decir, 14,3 puntos porcentuales más que la media de la UE.