El ex secretario general del PSOE madrileño, Juan Lobato, ha comparecido a puerta cerrada en la causa que se sigue contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. El exdirigente socialista no solo ha entregado las actas de los mensajes intercambiados con Pilar Sánchez Acera, la jefa de gabinete de Óscar López, sino que también ha aportado su teléfono móvil, según confirman fuentes presentes en su declaración a Vozpópuli.
El exdirigente socialista ha comparecido ante el magistrado instructor de la causa, Ángel Hurtado, que le citó a comienzos de semana tras desvelar el diario ABC que habría recibido órdenes de Moncloa de publicar los correos de la pareja del novio de Isabel Díaz Ayuso y que éste los llevó ante notario. El magistrado de la Sala Segunda le emplazó a comparecer este viernes a las 10.00 horas y le requirió que aportara las actas que llevó ante notario en octubre.
El magistrado que instruye las diligencias, Ángel Hurtado, ha acordado al término de su comparecencia requerirle el teléfono dado que las actas aportadas no estaban del todo completas éste ha accedido de manera voluntaria. Lobato no solo ha aportado los mensajes sino que ha explicado que, tras publicarse la información de ABC, consensuó un comunicado de respuesta con el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, y la propia Sánchez Acera.
La declaración ha arrancado sobre las 10:15 horas, según informan fuentes jurídicas. En la diligencia han estado presentes los letrados de las cuatro acusaciones populares (Manos Limpias, la APIF, Fundación Libertad y Alternativa y el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid); de la acusación particular que ejerce Alberto González Amador, la teniente fiscal del Tribunal Supremo, Ángeles Sánchez Conde, y dos abogados del Estado, que representan a los dos investigados.
El alto tribunal admitió en octubre la exposición razonada del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que pedía investigar tanto al fiscal general del Estado como a la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, por presunto delito de revelación de secretos. La Sala Segunda, por unanimidad, acordó abrir causa al considerar que había indicios contra ambos fiscales en relación con la filtración en prensa de los correos que se intercambiaron el fiscal Julián Salto y la defensa letrada de González Amador.
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