El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, dimitirá este lunes del cargo ante la falta de acuerdo político para renovar el órgano. Lesmes cumple de esta forma con lo anunciado en la apertura del año judicial y deja la presidencia de ambos entes responsabilizando de la situación a la clase política.
Fuentes del órgano trasladan que Lesmes volverá "de inmediato" al servicio activo en la carrera judicial incorporándose como magistrado en la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo. El propio jurista así lo ha anunciado en un vídeo institucional en el que deja claro que en estas semanas se ha dirigido "de forma reservada" a los actores implicados en el bloqueo para instarles o bien a que renovaran el CGPJ o bien a que les devolvieran todas las competencias para efectuar nombramientos. "Ninguna de las gestiones ha dado el fruto esperado", ha explicado.
"Perdida toda esperanza de rectificación, y ante el patente deterioro del Tribunal Supremo y del CGPJ que no puedo evitar, mi presencia al frente de estas instituciones carece ya de utilidad y sería contraria a mi propia conciencia profesional por lo que se impone mi renuncia como presidente, ya que mantenerme a partir de ahora en esta responsabilidad solo puede servir para convertirme en cómplice de una situación que aborrezco y que es inaceptable", sostiene Lesmes.
Lesmes recuerda que su responsabilidad hasta este momento ha sido procurar mantener el buen funcionamiento de las dos instituciones que preside, si bien la realidad es que dejará un Tribunal Supremo al borde del colapso debido a la imposibilidad que tiene el CGPJ de efectuar nombramientos. De hecho, en su discurso de apertura del año judicial, el más duro de los pronunciados como presidente, dijo que el estropicio era tan grande que no se había producido una situación semejante en la Justicia en toda la historia de la democracia.
Sin renovación del TC
Se refirió no solo al bloqueo que les mantiene en funciones desde 2018, sino también a los ataques que el CGPJ ha recibido desde la clase política. Gran parte de los vocales del Consejo, incluido el propio Lesmes, han mostrado en público y en privado su profundo malestar por la reforma legal que impulsó el Gobierno y que les impidió efectuar nombramientos. Tribunales Superiores de Justicia y Audiencias Provinciales han acusado este parón, aunque el Tribunal Supremo es el peor parado ya que se acerca a un 25% de plantilla pendiente de cubrir.
Con todo, el malestar se disparó cuando el Ejecutivo les devolvió este año la capacidad de nombrar en funciones, pero únicamente para renovar al Tribunal Constitucional. Tanto es así que, a la crisis abierta por el bloqueo político, se ha sumado en los últimas semanas el choque interno por el nombramiento de dos magistrados al TC. Lesmes lleva semanas aguardando a que el bloque conservador y progresista se pongan de acuerdo en los dos nombres que tienen que escoger para el tribunal de garantías pero tampoco en este punto hay acuerdo interno.
Me he dirigido en varias ocasiones (en las últimas semanas) y de forma reservada a los principales responsables políticos al objeto de alcanzar la urgente renovación del Consejo o, en su defecto, que éste recuperara las competencias. Ninguna de las gestiones ha dado el fruto esperadoCarlos Lesmes
Aunque dos días antes del acto de apertura del año judicial avisó que no toleraría un acto de "rebeldía" en el CGPJ, lo cierto es que el bloque conservador que lideran ocho vocales críticos con el Gobierno no ha facilitado el nombramiento de dos candidatos. Estos vocales se negaron a plegarse al límite legal marcado por el Ejecutivo para nombrar a dos candidatos que sustituyan a Juan Antonio Xiol y Santiago Martínez-Vares.
La visita de Reynders
El bloque alegó que se necesitaba tiempo para consensuar el nombre de sus dos sustitutos y que se abrían a negociar sin plazo límite. No obstante, mostró su malestar con el Ejecutivo primero por retirarles por ley la posibilidad de efectuar competencias y, segundo, por devolvérselas únicamente para nombrar a sus dos candidatos al TC. El motivo reside que el Gobierno no puede nombrar a los dos candidatos que le competen si no es de manera conjunta con los del CGPJ.
Esta situación irritó al bloque progresista hasta el punto que esta misma semana decidieron comunicar a Lesmes que no veían "horizonte temporal y concreto" de las comisiones negociadoras. Además, abrieron la puerta a "explorar otras vías alternativas de acuerdo inmediato" que, según fuentes del consejo consultadas por este medio, pasaban por tratar de buscar la mayoría de 12 vocales al margen de las negociaciones entre los bloques. Al respecto, el propio Lesmes convocó un Pleno extraordinario para este jueves, un día después de la Fiesta de la Hispanidad, en aras a encontrar un consenso por la vía de urgencia.
El objetivo del presidente del CGPJ era abandonar la presidencia habiendo logrado, al menos, resolver el escollo del Tribunal Constitucional, ya que la renovación del CGPJ la daba por perdida. El magistrado aguardaba con cierta esperanza la visita del comisario de Justicia de la Unión Europea, Didier Reynders, en aras a conseguir al menos que PP y PSOE se sentara a negociar. Sin embargo, su breve presencia en España tampoco sirvió de mucho.
¿Quién sustituye a Lesmes?
Así pues, el hasta ahora presidente del CGPJ abandona un cargo al que llegó en 2013 y del que se ha despedido en innumerables ocasiones a la espera de un pacto político que ha sido incapaz de fraguarse bajo su mandato. El horizonte ahora pasa por designar un sucesor tanto en la presidencia del Tribunal Supremo como del CGPJ. El propio Lesmes dio traslado a los vocales en el último Pleno celebrado el jueves 29 de septiembre que había recabado un informe del gabinete técnico del órgano de gobierno de jueces según el cual le tendría que suceder en la presidencia tanto del TS como del CGPJ el actual vicepresidente del Supremo, Francisco Marín.
El documento recoge que la Constitución concibe la presidencia de ambos órganos como "una titularidad única e indisociable" y que la misma la tendría que ejercer el presidente de Sala más antiguo del alto tribunal. Sin embargo, el informe en cuestión generó malestar en el seno del CGPJ. Algunos vocales consultados por Vozpópuli reaccionaron de manera negativa a este documento asegurando que, en lo que respecta al órgano de gobierno de jueces, no está tan claro que la presidencia la tenga que ostentar Francisco Marín, actual presidente de la Sala Primera.
Al respecto, entienden que no puede prevalecer el criterio de un gabinete técnico frente al de los 18 vocales en que quedará reducido el Consejo. Algunos de ellos creen que debería ser el progresista Rafael Mozo quien sustituya a Lesmes en el CGPJ por ser el de más edad. Con todo, casi ninguno era partidario de este desenlace que sume (más si cabe) al Poder Judicial en una crisis sin parangón.