Un amplio sector del PSOE-M está inquieto. Lamentan que el secretario general, Juan Lobato, elegido hace ocho meses en primarias, "no carbura", según explican a este diario varias fuentes socialistas. El partido va a rastras y está eclipsado por Más Madrid, la primera fuerza de la oposición a la presidenta autonómica, la popular Isabel Díaz Ayuso. Lobato, el candidato favorito de Ferraz, dificulta a los alcaldes de su partido que gobiernan en coalición con Ciudadanos, como en Alcalá de Henares, repetir mandato tras las elecciones municipales del año que viene.
Los naranjas no solo apoyan a los socialistas en la ciudad complutense, la segunda más importante de la Comunidad, también asisten al regidor de Leganés, Santiago Llorente y al de San Sebastián de los Reyes, Narciso Romero. Y, en Alcobendas, el pacto entre Ciudadanos y PSOE les llevó a compartir la alcaldía que ahora ostenta el naranja Aitor Retolaza tras el periodo de Rafael Sánchez Acera, del PSOE.
El razonamiento que hacen destacados miembros de la casi siempre convulsa federación madrileña del PSOE es que con Ciudadanos muerto en la Comunidad, el partido perderá importantes alcaldías. El auge del PP y de su líder regional, además, vaticina una época difícil para los socialistas madrileños, que además, lamentan el efecto 'Moncloa' que pesa sobre ellos. En plata: que buena parte de su capital político desempeñe en el Gobierno de España.
Un partido a la deriva
Como avanzó El Confidencial, los sondeos internos en el PSOE-M les sitúan ya como cuarta fuerza por detrás de Vox. Tal y como se desarrollan los acontecimientos en la región, solo Mónica García, líder de Más Madrid puede tener asegurado que repetirá como contrincante de Díaz Ayuso. Aunque todo dependerá de cómo fructifique el frente amplio madrileño que promueve desde arriba la lideresa morada en Moncloa, Yolanda Díaz.
Lo cierto es que el PSOE-M sufrió un golpe brutal el 4 de mayo de 2021. El PP tiñó de azul casi por completo el mapa de la Comunidad de Madrid en respuesta a la moción de censura que socialistas y naranjas pactaron en Murcia para sacar del poder al presidente, Fernando López Miras. El varapalo fue tan fuerte que el presidente del Gobierno y secretario general socialista, Pedro Sánchez, propició una remodelación de Gobierno y la salida del candidato socialista, el hoy Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo.
El futuro electoral de los socialistas madrileños es del todo incierto. Dentro del PSOE-M dan por hecho que el tique electoral será Lobato en la Comunidad y la actual delegada del Gobierno en la región, Mercedes González, en el Ayuntamiento de Madrid. Pero esa es otra guerra abierta, porque la actual portavoz en el Consistorio, Mar Espinar, no está dispuesta a bajar los brazos sin dar la batalla.
Dos almas
Por el momento, Lobato, exalcalde de Soto del Real, cuenta con el respaldo del aparato de Ferraz. Pero, según las fuentes consultadas en el PSOE, un mal resultado de los socialistas en Andalucía como el que prevén casi todas las encuestas, añadirá presión en la Comunidad, porque Juan Espadas, el candidato para liderar San Telmo, es elección directa de Sánchez. Y eso que Lobato asumió el reto de reconstruir una organización dividida.
Cabe recordar que el actual secretario general del PSOE aglutinó a la delegada del Gobierno, Mercedes González. Pero también, y más importante, a las verdaderas fuerzas vivas del partido en Madrid que suponen Rafael Simancas o José Cepeda. Lobato fue el número 4 de lista del PSOE en las pasadas elecciones. Y renunció a la alcaldía para mantenerse en la Asamblea y preparar la pelea por el liderazgo de la federación madrileña.
Tras ocho meses en el cargo, el PSOE-M continúa dividido en dos entre 'lobatistas' y una corriente disgustada como cómo se hacen las cosas en un partido que cumple ya casi tres décadas en la oposición. Los críticos no ven a su partido centrado ni con un discurso que permita a los socialistas construir mayorías. La izquierda en la Comunidad de Madrid sigue sin encontrarse y sin articular un discurso que se adapte a la realidad socioeconómica de la región más rica de España. "Seguimos poniendo el foco en la Cañada Real y, aunque hay que mejorar lo que allí ocurre, nuestro discurso no puede ser solo ese", ejemplifica un exalto cargo socialista.