En invierno de 2017, tras una caótica expulsión como secretario general del PSOE, Pedro Sánchez anunció que volvía a presentarse a las primarias del partido. Para dar la noticia, eligió Dos Hermanas, un pueblo de Sevilla conocido por su afinidad al socialismo. Sánchez remontó, escaló y acabó como presidente del Gobierno. Ayer, su pueblo talismán, el que le vio 'renacer', prefirió el azul del PP por encima del PSOE en las elecciones autonómicas andaluzas.
Los comicios autonómicos dejaron un reguero de titulares. El PP fue el partido más votado en las ocho provincias y logró su mejor resultado en la región. Frenó las expectativas de Vox, mientras que el PSOE se dejó tres escaños y 150.000 votos respecto a las autonómicas de 2018. El de Dos Hermanas es sólo un ejemplo más de algunas anomalías del nuevo mapa político andaluz.
Si en 2018, el PSOE obtuvo el 27,6% del voto en el municipio sevillano, ayer se quedó con el 25,4%, 35 votos menos. En este caso, la gran diferencia fue el apoyo que recibió el partido conservador: de los 6.792 electores de 2018, pasó anoche a los 23.644 (38,1% de las papeletas).
Hubo otra sorpresa en la provincia de Sevilla. En este caso, en el municipio de Marinaleda, feudo tradicional de la izquierda y ligado al comunismo desde hace más de cuarenta años. Es el pueblo del polémico alcalde y sindicalista Juan Manuel Sánchez Gordillo, que ocupa su cargo desde 1979. Ayer, el respaldo a la izquierda en esta localidad fue indudable, como era de esperar. Por Andalucía, la nueva coalición de izquierdas que lidera Inma Nieto, cosechó el 57,2% del voto. El segundo lugar, sin embargo, no lo ocupó otra formación de izquierdas, sino el partido de Juanma Moreno, al que ayer votaron en la localidad 238 personas (138 vecinos más), pasando del 6,9% hace cuatro años al 16,4% este 19 de junio. Los socialistas de Juan Espadas han perdido en Marinaleda algo menos de dos puntos respecto a 2018, acumulando 181 apoyos.
Los populares también han recuperado El Ejido de las manos de Vox. La localidad almeriense fue la única en la que Vox logró ser primera fuerza en las elecciones autonómicas de 2018. Entonces, los de Santiago Abascal consiguieron 7.377 papeletas. Ayer, la candidatura de Macarena Olona aguantó el tipo: 7.115 papeletas y el 27,7%. Pero muy lejos del 47,5% del PP, traducido en 12.190 electores (5.464 votos más que hace cuatro años).
En la noche negra de Ciudadanos, que ha perdido sus 21 escaños y se queda sin representación, dos pueblos de Jaén decidieron ir a contracorriente. Por un lado, Aldeaquemada, en el extremo norte de la provincia, que ya fue la opción favorita de sus poco menos de 500 habitantes en 2018. Aquí, los naranjas lograron ayer el 29,8% del voto, frente al 37% de hace cuatro años. El PSOE (24,1%) y el PP (20,2%) completaron el podio. Por otro, Porcuna (6.115 habitantes), donde Cs destronó al PSOE al lograr el 33% de los votos frente al 25,5% de los socialistas.