El Metro de Madrid cuenta con más de 300 estaciones sin tener en cuenta las paradas del Metro Ligero. Es una de las que más paradas tiene en todo el mundo puesto que posee casi 250 kilómetros de extensión. Cada día pasan por sus trenes cientos de madrileños que disfrutan de la comodidad de no tener que coger el coche para ir a trabajar, ir de compras, al cine o a disfrutar de una tarde en la compañía de amigos.
Además de ser un medio de transporte de gran utilidad para todas las personas que se encuentran o visitan la capital, el Metro de Madrid, a lo largo de sus más de 100 años, ha sido testigo de cientos de historias. Y muchas de ellas, merece la pena conocerlas. La línea 1, es decir, la conocida como azul es una de las más antiguas de esta red. Discurre entre las estaciones de Pinar de Chamartín y Valdecarros, pasando por un total de 33 estaciones.
Fue la primera línea de suburbano de todo el país y la inauguró el rey Alfonso XIII en 1919 cuando el trayecto era entre Cuatro Caminos y Sol. Ocho estaciones que recorrían 3,48 kilómetros. Partía desde la Glorieta de Cuatro Caminos y pasaba bajo varias calles importantes hasta llegar a la Puerta del Sol: Santa Engracia, Luchana, Fuencarral y Montera.
Poco a poco la línea 1 fue ampliando su red hasta llegar a la que conocemos actualmente. Sin embargo, lo que muchos quizás no sepan es que entre las vías de una de sus paradas está guardado un tétrico secreto: se construyó sobre un cementerio.
La estación de Metro de Madrid que guarda un gran secreto
La cuenta de TikTok de TerroresNocturnos.TRN ha explicado el gran secreto que guarda una de las estaciones de Metro de Madrid más transitadas. Se trata de Tirso de Molina. Esta parada de la línea 1 fue construida encima de un cementerio. "Esta es la estación de Metro más encantada de España. No solo tiene fantasmas sino que tiene literalmente personas enterradas en los andenes", comienza la joven que lleva la cuenta de esta red social.
Esta parada del Metro de Madrid guarda este gran secreto entre sus paredes puesto que en la plaza donde se encuentra, es decir, en la Plaza de Tirso de Molina (antes conocida como Plaza del Progreso) estaba el Convento de la Merced. Este edificio estuvo hasta allí hasta 1834 cuando tuvo que desaparecer por la desamortización de Mendizábal. El cementerio de este convento, donde se iban enterrando a frailes y nobles, se encontraba situado bajo este edificio. Esto quiere decir que se situaba donde está ahora mismo la estación de Metro de Madrid.
"Cuando empezaron a cavar los túneles, empezaron a aparecer cuerpos, esqueletos y restos con los que literalmente no sabían que hacer", dicen desde TerroresNocturnos.TRN, y añade: "Al final (y esto es completamente real) decidieron dejarlos enterrados bajo las paredes y el suelo de los andenes, es decir, que cuando caminamos por la estación de Tirso de Molina, literalmente caminamos sobre un cementerio. Por eso, la temperatura allí siempre es un poco más fría que en otras estaciones".
Esta parada de Metro de Madrid recibió el nombre de Tirso de Molina, adoptando el mismo de la plaza. ¿Y quién fue este personaje? Fue uno de los frailes del propio convento de la Merced. Nació en Madrid en marzo de 1579 y murió en Almazán en febrero de 1648. Fue conocido como poeta, dramaturgo y narrador, algo que le han servido para actualmente tener su nombre en la plaza y la estación de metro.