El Partido Popular ha convertido este jueves la moción de censura de Podemos al Gobierno de Cristina Cifuentes en una moción de confianza que, sin duda, ganará gracias a los votos de Ciudadanos. Casi todos los miembros del Ejecutivo han querido interpelar las afirmaciones de Podemos, algo que la presidenta de la Cámara cree que autoriza el reglamento.
En el PP hay una máxima en los últimos días. No se van a dejar insultar y cuando les llamen “corruptos” saltarán como lo hicieron hace algunos días en el Ayuntamiento de Madrid, cuando uno de los concejales de Ahora Madrid les llamó “ladrones”. Se fueron de la sala de plenos.
Podemos ha querido escenificar su moción de censura bajo el argumento de que el PP es un partido en el Gobierno que se sujeta en la corrupción. Para ello ha llevado a la tribuna a Pablo Iglesias, Echenique, Errejón y Monedero para apoyar a Lorena Ruiz-Huerta.
El portavoz del PP, Enrique Ossorio, ha sostenido que no se puede hablar de corrupción y traer a la tribuna unos líderes que se ha comprobado reciben dinero desde Venezuela, pagan en dinero negro, cobran becas y no cumplen y facturan sin tener autorización de su universidad. Tampoco ha olvidado que el líder de Podemos en la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar, vendió un piso de protección pública, lo que le descalifica para cualquier crítica.
El Gobierno popular ha logrado que el discurso de Ramón Espinar quedara ahogado por las primeras intervenciones del PP. Además de Ossorio, el consejero de Presidencia de Cifuentes, Ángel Garrido, ha aumentado la tensión reiterando los planteamientos e insistiendo en que los líderes del partido de Pablo Iglesias han estado implicados en prácticas poco edificantes.
La intervención de Jacinto Morano (Podemos), que ha llamado "payaso" a Garrido, ha caldeado una sesión que tardó más de una hora en entrar en materia de debate. El consejero de Presidencia le ha contestado que los diputados de Podemos eran perritos en un circo al mando de Pablo Iglesias. Todo muy bronco y poco edificante.
La portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid y candidata a la Presidencia, Lorena Ruiz-Huerta, ha expuesto un programa ya conocido en el que su principal conclusión ha sido que cualquiera que forme parte del PP queda "incapacitado para liderar cualquier tipo de regeneración política". Ruiz-Huerta ha explicado que "alguien tenía que rebelarse ante tanta rapiña" y "el pavoneo de los canallas", lo que ha obligado a Podemos a presentar la moción de censura.
Cree que ellos no son “los malos". Ha recordado, asimismo, que cuando Cifuentes era delegada del Gobierno ordenaba que les golpearan en las manifestaciones, mientras "los corruptos de su partido destruían el sistema a base de saquearlo".
El PP ha utilizado el reglamento para que los consejeros intervinieran numerosas veces e interrumpieran el debate, que se ha convertido más en un debate sobre los “triunfos” de su Gobierno que en una moción de censura. La interpretación de la presidenta de la Asamblea, Paloma Adrados, de que el Gobierno podía intervenir constantemente ha provocado que los miembros de la Mesa que no fueran del PP abandonaran su puesto en este órgano durante parte de la tarde.