Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, ganará hoy la votación en la Asamblea regional y fracasará la moción de censura que Podemos ha presentado contra el PP.
Ganará porque no ha llegado a ningún acuerdo con la oposición de Ciudadanos y el PSOE que repudian el numerito que vivirá hoy el parlamento de Madrid.
Podemos sólo logrará sus votos. Se han montado la moción de censura como un ensayo a la que harán a Mariano Rajoy dentro de unos días, que también fracasará.
No faltará al show Pablo Iglesias y su núcleo duro para apoyar a un grupo parlamentario, el de Podemos, muy dividido en la Cámara regional. Ramón Espinar, líder de la organización en Madrid, no dará la cara. Saldrá a defender la moción de Podemos Lorena Ruiz-Huerta que centrará su parlamento en los casos de corrupción del PP y en intentar demostrar que otra forma de gobernar en posible.
PSOE cree que esta moción busca desgastar a su partido y demostrar que los únicos de izquierdas son ellos.
El PSOE, el más cercano a Podemos, cree que esta moción busca desgastar a su partido y demostrar que los únicos de izquierdas, los más progres, son ellos. Hace algunos meses hubo un intento de unir a todos los partidos para plantar cara al PP, pero el intento quedó en eso.
Cifuentes no está en sus mejores momentos. La presidenta de los populares madrileños, presidenta de Madrid, y candidata a más recibió hace unos días un golpe muy duro cuando la Guardia Civil le acusó, poco menos, que de regalar la concesión de la cafetería de la Asamblea de Madrid a Arturo Fernández, considerado un amigo de la casa del PP.
La presidenta y el PP salían de otro golpe como ha sido la 'operación LEZO' que ha llevado a Ignacio González y un grupo (¿una banda?) de notables a pasar calor a la cárcel de Soto del Real.
Toda la carrerilla que había tomado el Gobierno Cifuentes ha quedado frenada por el barro de la corrupción. Y lo malo es que aún quedan flecos, siempre que no salga una nueva operación de la UCO, la UDEF, la Agencia Tributaria o los agentes forestales, que son los únicos que parece no han pillado tajo en el reparto de los casos de corrupción de la época Aguirre/González.
El desprecio a la moción se definirá en la contestación de los grupos. El PSOE y el PP ya han anunciado que serán los segundos los que se enfrentarán a la portavoz de Podemos. Cifuentes sólo saltará al ruedo posiblemente al final y si lo considera necesario.
La presidenta está en los peores momentos con su socio de legislatura: Ciudadanos. El interrogatorio del portavoz de Ciudadanos en la Comisión de Corrupción, César Zafra, superó al de Ramón Espinar (Podemos). Está indignada con sus socios.
Ciudadanos quiere demostrar que el PP es nocivo para la salud de los madrileños, pero sin embargo le apoya.
Quiere robar votos y aprieta a tope todos los jueves en el Pleno de la Asamblea donde acusa a CIfuentes de no saber cortar la corrupción.
La realidad es que el Gobierno y el parlamento regional ya ha tenido varias bajas por rebotes de Gürtel y Púnica, y puede recibir alguna pedrea que se lleve a más populares por delante. Después de poner a parir a la presidenta, y su Gobierno, todos los jueves Ciudadanos le salva con sus votos, le da estabilidad.
Estabilidad
Parece que la táctica les dará resultado electoral, o al menos, eso creen. En este ambiente la moción de censura no le ha gustado nada a Ignacio Aguado, su portavoz en la Asamblea. La ha calificado de "show de la semana”.
“El show de la semana pasada lo hizo el Partido Popular con el paseíllo a la señora Cifuentes antes de comparecer en la Comisión de Investigación y esta semana le toca a Podemos”, añadió Aguado. El portavoz de C's cree que la moción de Podemos es una pérdida de tiempo porque nace “sin una alternativa creíble, sin proyecto y sin los apoyos necesarios”.
“Ciudadanos no ha venido a perder el tiempo sino a hacer política útil con reformas y leyes que mejoren la vida de los madrileños”, añadió. “Lo que queda claro es que el partido morado es un profesional de los fuegos de artificio, un maestro de la puesta en escena” afirmó el portavoz de Cs. Aguado quiere seguir apretando el cuello del PP pero sin ahogarlo.