Ya hace tiempo que se pasó de la luna de miel al desamor. La estrategia de aproximación hacia la canciller alemana, Angel Merkel, y sus postulados, se fue convirtiendo en cierto distanciamiento a la búsqueda de nuevos socios que permitieran a España ejercer mayor presión. Así, Mariano Rajoy, consiguió que el eje Madrid-París-Roma sustituyera en buena medida al franco-alemán de la época de Nicolás Sarkozy. Pero ni por esas ha obtenido de la dirigente alemana el "nihil obstat" para desencorsetar al Banco Central Europeo (BCE) y permitir que riegue de liquidez el sistema y nos salve de la presión de los mercados. "Merkel está enrocada", ha lamentado Rajoy en conversaciones privadas, según ha podido saber Vozpópuli.
Con la prima de riesgo disparada a niveles de intervención, la Bolsa con caídas constantes y los intereses de financiación disparados, el Gobierno mira a todos los lados a la búsqueda de una tabla de salvación, pero la única real está en posesión de la canciller, y el jefe del Ejecutivo no parece estar muy optimista sobre la posibilidad de que ésta la comparta y que, de hacerlo, sea demasiado tarde. Respecto de los nuevos "socios" no deja de flotar la sensación de que, en el último momento, el presidente de la República francesa, François Hollande, intentará mantener la relación priviliegiada Berlín-París; mientras que Mario Monti podría servir en bandeja a España con tal de salvar a su país, aunque la caída de España dejaría a Italia sin cortafuegos.
Hoy arranca un día fundamental para afrontar el futuro inmediato de nuestro país. Moncloa teme los lunes, el arranque de la semana como test de lo que espera a España en la prima de riesgo y en la Bolsa en las siguientes cinco jornadas. Lo acontecido el viernes, con la primera de riesgo por encima de los 600 puntos no tiene muchas interpretaciones, y el Gobierno tiene la sensación de que no termina de pulsar las teclas adecuadas para conseguir la "rendición" de Merkel.
La agenda de Rajoy se limita esta semana al acto de jura del presidente del Supremo y de los consejeros del TC y a una recepción al equipo olímpico. Todo ello en el día de hoy
El paquete de recortes aprobados por el Consejo de Ministros del viernes se ha antojado inútil y, con ello, el margen de maniobra de Moncloa, que cree haber hecho todo lo que en Europa se esperaba de ella "y mucho más", indican fuentes populares parlamentarias. Subida del IVA, reducción de la prestación por desempleo, eliminación --se supone que temporal-- de la paga de Navidad de los funcionarios, desaparición de la desgravación por compra de vivienda, incremento de la retención por IRPF a los autónomos, reducción de liberados sindicales... no parece haber servido de nada ante ese "enrocamiento" de la canciller alemana del que se queja el inquilino de La Moncloa.
Enfrascado en los contactos internos e internacionales y evitando el polvorín en que se ha convertido la calle, Rajoy ha reducido al mínimo indispensable su agenda de esta semana. Hoy acude a la Zarzuela al acto de promesa del Tribunal Supremo y de los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional, acto que será presidido por los Reyes. A las cinco de la tarde recibirá al equipo español que participará en los Juegos Olímpicos. Ya no hay nada más hasta el viernes, día de la reunión del Consejo de Ministros. Entre medias, el silencio, y, mientras, el incendio en la Jonquera aisla, aún más, a España del resto de Europa. Fuentes próximas al jefe del Ejecutivo argumentan que la situación de crisis no da para actos públicos sino para mucho "trabajo interno".