España

Marlaska se alinea con los familiares de los presos de ETA sobre su acercamiento

El ministro del Interior ha afirmado que la dispersión "no tiene sentido" y defiende la aplicación de la ley general penitenciaria, mismo posicionamiento que defienden los familiares de presos

  • El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en el Congreso de los Diputados

Fernando Grande-Marlaska y las familias de los presos de ETA tienen más en común de lo que podría parecer en un principio. Porque sobre el acercamiento de los etarras presos tienen una visión similar: eliminar las leyes de excepción para que sean tratados como cualquier otro recluso. Así lo reconoció el propio ministro ayer sábado en Segovia tras acabar de forma definitiva con la dispersión de los miembros de la banda: "Cuando el Estado de Derecho derrotó a ETA, esa política antiterrorista dejó de tener sentido".

El ministro del Interior, durante su intervención ante los medios de comunicación, reiteró esta idea: "Era necesario aplicar la Ley General Penitenciaria, que establece que todos los presos deben cumplir sus condenas lo más cerca posible de su entorno social. En ese sentido, no ha habido ninguna política de dispersión cuando ya no podía utilizarse como política antiterrorista". Misma línea escogida por el PSOE vasco (PSE). Ekain Rico, parlamentario del partido, cree que acabar con la dispersión es una política penitenciaria "inteligente y legal".

En esta misma línea se ha manifestado la red ciudadana Sare y Etxerat, la Asociación de Familiares de presos de ETA. Estas han pedido la aplicación de "la legislación ordinaria" y que "desaparezcan las leyes de excepción". En un acto celebrado este domingo, los portavoces de ambas organizaciones han mostrado su satisfacción: "el trabajo ha dado por fin resultado". Han abogado también por "incidir en el proceso de regreso a casa de presos, refugiados y deportados, en consonancia con el recorrido que prevé la ley"

Marlaska, además, ha asegurado que no se contrapone al pensamiento de las asociaciones de víctimas, "un referente en cuanto a valores éticos", pese a que la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) haya criticado el acercamiento de los presos de ETA a cárceles navarras y vascas. "Ahora empieza la campaña para que salgan libres", ha avisado la AVT en un comunicado en el que acusa al Gobierno de "estar con los terroristas, no con sus víctimas".

No le falta razón, ya que Arnaldo Otegi ha hablado de los próximos objetivos: "Un futuro de reconocimiento y reparación de todas las víctimas, y un horizonte sin presos". El coordinador gneeral de EH Bildu ha pedido también que se aplique la Ley General Penitenciaria sobre los presos de ETA: ""Aún hoy existen políticas de excepción contra los presos que deben de dejar de aplicarse para afianzar la convivencia".

Además, ha criticado la dispersión de los etarras: "Las políticas de dispersión y alejamiento fueron la consecuencia de una decisión política, de una decisión de Estado sostenida en el tiempo por todos los gobiernos con plena consciencia de que conculcaban gravemente derechos humanos".

Marlaska también ha encontrado aliados en el independetismo catalán y en Podemos. Oriol Junqueras, líder independentista de ERC, celebró ayer sábado el fin de la dispersión: "Siempre es bueno poner justicia allí donde hay injusticia y siempre es bueno ayudar en el camino de la paz y la democracia". Ione Belarra, secretaria general de la formación morada, por su parte ha valorado positivamente el acercamiento de los presos. Para ella, el Gobierno ha actuado "tal y como se puede esperar de un Ejecutivo serio y responsable".

Los exdirigentes del PSOE no reconocen al partido

El fin de la dispersión de los presos de ETA ha coincidido con una reunión de antiguos líderes del PSOE en la que se ha criticado el camino escogido por la formación en los últimos tiempos. "Es un partido irreconocible y es lo peor que le puede pasar a un partido político", explicó José María Múgica, hijo del político socialista asesinado por ETA, Fernando Múgica, que ha señalado que el PSOE "ha mutado no se sabe a dónde, ni para qué". César Antonio Molina, exministro de Cultura, ha criticado que "no se pueda hablar de ETA", pero sí de la "memoria histórica y de los republicanos que murieron en el exilio"

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