La relación de las asociaciones militares con su ministra, Margarita Robles, pasa por un momento muy delicado. Los colectivos reclaman que se ataje el problema histórico de las retribuciones en las Fuerzas Armadas. Aseguran que la subida "irrisoria" del año pasado no fue suficiente. "¿De qué nos vale tener los mejores carros de combate, aviones y fusiles si no tenemos gente preparada y bien pagada para que coja ese armamento y lo ponga a disposición del país para cuando se requiera?", se pregunta una de las agrupaciones más críticas. El martes, tres de las cinco asociaciones con asiento en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (Coperfas), el órgano ministerial donde se tratan las preocupaciones del personal militar, no asistieron el martes al último pleno.
El personal de las Fuerzas Armadas cuenta desde el año pasado con una nueva tabla salarial. El Consejo de Ministros aprobó en marzo la primera subida desde el 2005, sin tener en cuenta las realizadas por el IPC. En la nómina, este último cambio supuso en 2021 entre 40 y 113 euros más en función del empleo. Según Defensa, el sueldo de los militares de tropa y marinería creció un 7,76% de media en 2021, el de un sargento un 2,52% y el de un general un 1,66%.
El Gobierno destinó un total de 212 millones el año pasado para subir los salarios de los militares, lejos de los 2.000 millones que reclamaban los colectivos profesionales
El esfuerzo total para llevar a cabo las subidas fue de 212 millones de euros. La cifra quedó lejos de los 2.000 millones que reclamaban los colectivos profesionales en un plan plurianual como el de la Policía Nacional y la Guardia Civil. "Lo valoramos como una noticia agridulce porque el Ministerio [de Defensa] podía decir que había habido un aumento de sueldo porque técnicamente era verdad y vimos enseguida que no había un plan ni voluntad de ir más allá", recuerda Miquel Peñarroya, presidente de la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (ASFASPRO).
Plantón al Consejo de Personal
El malestar de las asociaciones llegó a las calles en octubre con una manifestación que terminó frente al Congreso de los Diputados. La relación con Robles empeoró aún más tras unas declaraciones suyas en La Razón donde afirmaba que "nunca" había oído a nadie pedirle "subir retribuciones", pese a que aseguró. Pero la ruptura se produjo el 16 de diciembre en el pleno del Coperfas. Cuatro de las cinco asociaciones de militares que participaban en la reunión se levantaron de la mesa.
Entre la larga lista de reivindicaciones, los colectivos reclaman, principalmente, un plan salarial que termine con sueldos "mileuristas" en determinadas escalas y que mejore los salarios del resto de efectivos. También demandan mejoras para la conciliación familiar y atajar la polémica Ley de Tropa y Marinería, que obliga a los efectivos acogidos a este régimen a 'jubilarse' del Ejército a los 45 años. Tras el desencuentro de diciembre, según explica la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME), el Ministerio se negó a atender las reivindicaciones principales de los colectivos y solo anunció "tímidas medidas" para potenciar el asociacionismo.
El diálogo con la ministra se ha roto. "No podemos volver al Consejo de Personal solo con palabras, tiene que haber hechos"Marco Antonio Gómez, presidente de la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME)
El pasado martes, después de más de tres meses, el pleno del Coperfas se volvió a celebrar. Las citadas ASFASPRO, la ATME y la Asociación Unión Militares de Tropa (UMT) no acudieron para visibilizar su malestar. "El diálogo con la ministra se ha roto", asegura Marco Antonio Gómez, presidente de ATME. "No podemos volver solo con palabras, tiene que haber hechos", exige. Además de atajar el asunto de las retribuciones y la ley de la carrera militar, Gómez reclama que se permita a las asociaciones dar charlas en los centros militares.
Sí que asistieron la Asociación Profesional de Oficiales de Carrera de las Fuerzas Armadas (APROFAS) y la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME). El secretario general de esta agrupación, José Ignacio Unibaso, que fue uno de los que abandonó el pleno en diciembre, decidió sentarse de nuevo en la mesa el martes ante las intenciones de Defensa de hablar sobre los derechos de las asociaciones. Unibaso sostiene que es "importante" retomar ya el diálogo a través del Coperfas.
"Los peores pagados de la Administración"
Las asociaciones coinciden en que los militares son los "peores pagados de la Administración" pese haber demostrado su profesionalidad durante la pandemia, la borrasca Filomena, la evacuación de Afganistán o el volcán de La Palma. "Somos el colectivo peor pagado de la función pública y el que compromete hasta su vida para el desarrollo de sus funciones, que debería llevar una serie de contraprestaciones como cualquier trabajador", señala.
El abanico de retribuciones que recibe un militar a lo largo de su carrera es amplio y depende de la unidad en la que trabaje, los años de desempeño y otras variantes. La AUME dice que un soldado marinero gana 1.089 euros limpios tras la subida del año pasado. El sueldo de un sargento primero oscila entre los 1.500 y 1.700 euros.
Las asociaciones denuncian que un policía local de 18 años puede doblar el sueldo de un brigada de 25 y triplicar el de un soldado: "Ahora mismo, los pilotos de un avión Eurofighter tienen una nómina inferior a la de cualquier conductor de un coche patrulla de un cuerpo policial"
Las asociaciones no pueden evitar compararse con los policías locales, la Policía Nacional, la Guardia Civil o los Bomberos. Según denuncian, un policía local de 18 años puede doblar el sueldo de un brigada de 25 y triplicar el de un soldado. "Ahora mismo, los pilotos de un avión Eurofighter tienen una nómina inferior a la de cualquier conductor de un coche patrulla de un cuerpo policial", incide Miquel Peñarroya, de ASFAPRO. "Hay millones para todo el mundo, menos para los [salarios] de los militares", critica Marco Antonio Gómez, de la ATME.
Desde Defensa aseguran que trabajarán para "seguir mejorando" los salarios para cuando haya "disponibilidad presupuestaria y reglas legales que lo permitan"
La subsecretaria del Ministerio de Defensa, Amparo Valcarce, que está acudiendo a los plenos del Comperfas en lugar de Robles, se escudó en enero en el "esfuerzo" realizado el año pasado para el nuevo cuadro salarial. "No se deben comparar las retribuciones del personal militar con el personal civil, pero incluso tampoco entre personal militar que tienen competencias tan diferentes y tan distintas", sostuvo entonces sobre la recurrente comparación con los salarios de la Guardia Civil.
Valcarce también expresó que Defensa seguirá trabajando para "seguir mejorando" las retribuciones en las Fuerzas Armadas, que será posible cuando haya "disponibilidad presupuestaria y reglas legales que lo permitan".