La España que Reúne, plataforma agrupada en torno al ex primer ministro francés Manuel Valls y políticos constitucionalistas españoles como Nicolás Redondo Terreros, Joaquín Leguina o Francesc de Carreras, ha emitido un comunicado en el que pide a Pedro Sánchez la destitución del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, tras sus palabras sobre la supuesta falta de normalidad democrática en España.
En un texto emitido a tres días de las elecciones catalanas del 14-F, este grupo de figuras de la vida pública expresa su preocupación por las declaraciones de Iglesias, alineadas con el independentismo catalán y con la posición rusa sobre los políticos condenados a penas de prisión por sus delitos en el referéndum ilegal del 1-O. "Lo que no había tenido nunca [España] hasta ahora es un gobernante que no creyera en la dignidad democrática de su país, y así lo aventara al mundo para afrenta de la ciudadanía y desprestigio del nombre de España. Un gobernante que se pusiera del lado del crimen".
El grupo acusa a Iglesias de derrochar una "torrencial chabacanería intelectual y moral". "Admitimos sin embargo que él nunca ha engañado a nadie. Se ha presentado siempre como lo que es: una persona socializada en el rencor e incapaz de comprender la importancia histórica y la altura moral del gesto de reconciliación entre españoles que, en una Transición que desprecia, fundó nuestro régimen de convivencia democrático", aseguran.
El texto, que lleva la firma de destacadas figuras del socialismo como José Luis Corcuera, Paco Vázquez o Antonio Miguel Carmona, se pregunta si "cabe preguntarse por qué forma parte del gobierno de un Estado que él mismo no considera plenamente democrático y de una nación que cree artificial y opresora (cuyo nombre, «España», según confesión propia, le cuesta pronunciar)". "Si realmente cree que España no es una democracia su deber es combatir a su gobierno gallardamente desde la oposición, sacrificando su generosa nómina de vicepresidente en el altar de sus ideales", sostiene.
Experimento agotado
"Lo que nos importa", continua, el manifiesto "es su presencia en el Gobierno de España, a invitación del Partido Socialista Obrero Español, después de que durante la campaña electoral el entonces candidato Pedro Sánchez negara su intención de formar gobierno con Unidas Podemos, haciendo precisamente de la presencia de Iglesias en el gabinete el principal escollo. Bien, el experimento ha agotado su curso".
La conclusión señala directamente a Pedro Sánchez, por ser quien nombró a Iglesias vicepresidente del Gobierno. "Por todo ello, pedimos el inmediato cese del vicepresidente Iglesias. Los patéticos intentos de disculpar su conducta comprometen a todo el gobierno –un órgano, recordemos, colegiado–. Si su destitución no se produce, el coste electoral que pueda sufrir el Partido Socialista será lo de menos. Más debería preocuparnos el precedente de haber llevado al gobierno a una persona cuya única virtud conocida es la demagogia y cuya única vocación es el frentismo. Las palabras tienen consecuencias. La democracia española no se puede permitir la presencia de un pirómano en el Consejo de Ministros. Ante la historia quedará la responsabilidad de quien lo nombró".