El pleno del Parlament ha aprobado este miércoles que la legislatura iniciada el 6 de diciembre de 1932 sea reconocida como la primera del Parlament, y no la de 1980, y que la actual legislatura pase así de ser la XIII a la XIV, algo que han promovido ERC, Junts, la CUP y comuns y que han rechazado el resto de grupos parlamentarios.
Los impulsores han propuesto reordenar las legislaturas del Parlament para que la primera sea la de 1932, durante la Segunda República, en lugar de la de 1980, la primera tras el restablecimiento de la democracia y las instituciones catalanas, y para que la actual pase a ser la XIV legislatura a partir de la publicación del acuerdo.
El diputado de Junts Francesc de Dalmases ha descrito este cambio de denominación como un acto de memoria histórica, y ha dicho que el golpe de Estado franquista y la posterior restauración de la monarquía pretendieron borrar esta memoria: "Lo que hacemos hoy es un acto de justicia histórica".
Anna Caula (ERC) ha expresado su satisfacción por que el primer pleno de la legislatura implique este reconocimiento a la de 1932, y ha calificado de necesario e imprescindible este gesto en la que ha sido su última intervención en el pleno, ya que dejará su escaño y su cargo como vicepresidenta primera de la Cámara para ser secretaria general de Deporte de la Generalitat.
El secretario tercero de la Mesa, Pau Juvillà (CUP), ha defendido el cambio de denominación como un acto de memoria histórica, justicia y reparación; ha sostenido que es importante hacer una restitución de la "situación anterior a la vulneración de derechos" de la dictadura franquista, y ha reivindicado la necesidad de unir la Cámara catalana de 1932 con la actual, porque considera que es la misma institución.
Desde los comuns, Marc Parés ha destacado la "necesidad de recuperar el hilo de la historia de la Generalitat republicana, la proclamada por Macià", en referencia al expresidente de la Generalitat Francesc Macià, y ha dicho que su fórmula y la del también expresidente Lluís Companys debería considerarse como una posible vía para resolver la situación política de Catalunya.
Contrarios al cambio
Desde el PSC-Units, Raúl Moreno ha dicho que se puede reconocer la legislatura de 1932 sin cambiar la denominación, porque la numeración de las legislaturas corresponde a un periodo histórico, y el actual es distinto a la Segunda República, y ha criticado que los partidos independentistas y "los grupos filoindependentistas como los comuns consideren de urgencia extraordinaria" esta propuesta.
Nacho Martín Blanco (Cs) ha advertido de que querer este cambio es contradictorio con afirmar que Catalunya haya tenido 132 presidentes --algo que ve ridículo--, y ha dicho que esta propuesta pretende "volver a hacer un revisionismo histórico, a la idea de buenos contra malos, de España contra Catalunya, y eso es perverso".
El diputado de Vox Manuel Acosta ha asegurado que la propuesta le generó estupor: "¿Quieren los firmantes permitirse el lujo de discutir asuntos tan triviales, fuera de todo rigor y eminentemente ideológicos?", se ha preguntado, dada la situación de urgencia sanitaria, económica y social derivada de la pandemia de coronavirus.
El líder del PP catalán, Alejandro Fernández, ha tachado de ridículo y estéril el debate, y ha sostenido que las instituciones no pueden estar "eternamente sometidas a la interpretación subjetiva de cada uno de los eventos históricos", idea que ha dicho que guió al expresidente del Govern Josep Tarradellas, por lo que cree que la propuesta representa una enmienda a la totalidad a su acción política.