El patrullero de altura Centinela, de la Armada ha interceptado y realizado un seguimiento y monitorización de dos buques rusos este martes. Se trata de la fragata Admiral Kasatonov y el buque cisterna Akademik Pashin, que se encuentran navegando en el Mediterráneo occidental, detallan fuentes oficiales del Estado Mayor de la Defensa. El episodio es similar al que se produjo en enero en aguas del Cantábrico.
"El buque de la Armada, destacado en Operaciones Permanentes de Vigilancia y Disuasión, integrado en el Mando Operativo Marítimo (MOM), bajo control operativo del Mando de Operaciones (MOPS) realiza seguimiento de la fragata Admiral Kasatonov y del buque cisterna Akademik Pashin, de la Marina de Guerra rusa", detallan desde el EMAD.
El episodio ha tenido lugar durante el despliegue del Centinela -al mando del capitán de corbeta Alejandro Álvarez Brasa- en una de las operaciones permanentes de las Fuerzas Armadas, en este caso mientras realizaba "tareas de vigilancia y seguridad marítima en aguas del sur peninsular, con el objetivo de mantener presencia y garantizar los intereses nacionales en aguas de soberanía española".
El patrullero 'Centinela'
Con una dotación de 40 personas, el patrullero de altura Centinela (P-72) se encuadra en el Mando de las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima de Ferrol, dependiente de la Fuerza de Acción Marítima de la Armada, que dentro de la Flota está formada por el conjunto de unidades que tienen por cometido principal prepararse para proteger los intereses marítimos nacionales y el control de los espacios marítimos de soberanía e interés nacional.
"Con un enfoque integral, de asegurar la cooperación permanente con los diversos organismos de la Administración con competencias en el ámbito marítimo, lo que constituye la contribución de la Armada a la Acción del Estado en la Mar", afirman desde el EMAD.
La principal misión del buque comprende la realización de operaciones de vigilancia y seguridad marítima en los espacios de soberanía e interés nacional. Asimismo, es habitual su apoyo a otros organismos del Estado en la lucha contra la inmigración ilegal, narcotráfico y otras actividades delictivas. El buque está preparado para efectuar operaciones de interdicción marítima (visita, registro y, en su caso, apresamiento de buques) y prestar auxilio, rescate y asistencia en la mar en el caso de que se le requiera.
El episodio de este martes recuerda al que tuvo lugar el pasado mes de enero, cuando el patrullero de altura Serviola y la fragata Méndez Núñez , ambos de la Armada, escoltaron al buque ruso hasta que entró en aguas portuguesas.