Pedro Sánchez hace la cuenta de la vieja para seguir en Moncloa tras las elecciones generales que se celebrarán dentro de un año. Por eso, el presidente del Gobierno se agarra a Sumar, la incipiente plataforma política con la que su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, concurrirá cuando se abran las urnas a finales de 2023, como la única forma de reeditar cuatro años más su puesto al mando del país. Sánchez, según reconoció este martes él mismo en un encuentro informal con periodistas, advierte que la próxima pelea electoral se jugará en clave de futuro. Aunque antes, remachó, toca llegar a la gran fiesta de la democracia "habiendo cumplido".
El líder socialista zanjó que lo que hace ganar elecciones es la perspectiva. De manera que Sánchez insinúa que solo su partido, el PSOE, y su vicepresidenta, quien repite el mantra de que quiere ofrecer "un proyecto de país para la próxima década", tienen un plan para España a diferencia del PP y de Vox, "que no tienen ninguna visión". El presidente se muestra optimista del potencial electoral de sus aliados, a los que se conjura para volver a ser el mandamás de Moncloa.
Precisamente, Sánchez se refirió a esas alianzas con fuerzas independentistas como ERC y Bildu como una muestra más de que él sí es capaz de "forjar mayorías mucho más potentes". De nuevo, en contraposición a un PP que tiene en contra a la mayoría de fuerzas con representación parlamentaria, con las contadas excepciones de partidos como Vox o Ciudadanos. No obstante, el jefe del Gobierno entiende que el PP plantee las municipales y autonómicas como un "plebiscito" sobre su mandato, aunque no se muestra especialmente preocupado, porque desde que está en el Gobierno todos los comicios se han leído en esa clave y, espetó, no le ha ido tan mal.
Ayudar a Yolanda Díaz
Pese a todo, lo cierto es que Pedro Sánchez sabe que Yolanda Díaz necesita ayuda. El presidente mima a su vicepresidenta segunda frente al resto de ministros de Podemos. Se vio muy bien tras el lío de la ministra de Igualdad, Irene Montero, en plena crisis de la ley del 'sí es sí'. Ni Montero se ha atrevido a decir que se siente respaldada por su jefe en el Gobierno, ni el líder del PSOE ha abrazado públicamente a Montero. El jefe del Ejecutivo sabe que la guerra entre los morados y su ministra de Trabajo, jaleada por exlíder de Podemos Pablo Iglesias será descarnada. Y eso es toda una afrenta a la dupla electoral que quiere formar con ella.
Sánchez valora la unidad que propugna Díaz, ya que la considera clave en el actual contexto político. La conclusión del presidente es que ante la amenaza de que la derecha y la ultraderecha, en referencia a Vox, gobiernen cualquier diferencia entre partidos y dirigentes es menor. Todo un dardo a su exvicepresidente, que maneja los ataques de Podemos a la 'dama roja' tras a su salida de la política activa. Es más, Sánchez tiró de prudencia para lanzar toda una directa cuando dijo que no podía decir si hay alguien fuera intentando dinamitar el gobierno.
Cabe recordar que el bombardeo de Podemos a Yolanda Díaz ha sentado muy mal en el lado socialista de Moncloa. En el PSOE, destacados barones del partido no esconden su preocupación por el enfrentamiento cainita a su izquierda, porque amenaza con despojarles del poder en Aragón, Baleares, Comunidad Valenciana y La Rioja. Pero el miedo no solo recorre a los presidentes autonómicos socialistas. En privado, varios ministros socialistas no tienen dudas acerca de que las opciones de que la izquierda concurra fraccionada en tres (PSOE, Sumar y Podemos) cotizan al alza.
La tesis de la dupla
El exlíder morado Pablo Iglesias avivó una tesis que lleva meses circulando en los espacios más reservados de Podemos: que el PSOE tentará a Yolanda Díaz para que les traicione aliándose electoralmente con ellos. No obstante, el eterno referente morado puso la mano en el fuego por la 'dama roja'. Aunque también avisó de que si esa es la aportación de la vicepresidenta segunda, los suyos estarán enfrente, como está ocurriendo.
Los socialistas, sin embargo, descartan una alianza electoral con Sumar, el proyecto de Díaz. Y el entorno de la también ministra de Trabajo niega con rotundidad que Ferraz se haya acercado a ella para ofrecerle tal pacto. Los socialistas, además, no están preocupados por la OPA que Yolanda Díaz hizo a los votantes socialistas tras fichar a 35 expertos, algunos de claro perfil socialdemócrata, para plasmar en papel su "proyecto de país".
En verdad, la hipótesis de la candidatura de Yolanda Díaz, que fuentes gubernamentales socialistas dan por segura, parte de una premisa que también se escucha en círculos políticos: que el proyecto de la 'dama roja' esté cocinado por el propio Sánchez como una operación destinada a crear es un espacio que vertebre a la izquierda sin Unidas Podemos, que sigue manteniendo una independencia y una beligerancia claras ante algunas actitudes del PSOE.
La concreción de Sumar
En verdad, la situación está tensa. Y Yolanda Díaz sopesa adelantar la decisión acerca de si se presentará o no como candidata en las próximas elecciones generales por la "incertidumbre" en la que está sumida la izquierda a la izquierda del PSOE, según fuentes del entorno de Sumar. Este mismo martes, una encuesta publicada en el El País mostró mayores opciones de reedición de la coalición si toda la izquierda concurre bajo las siglas de Sumar. Aunque los morados siguen enrocados en alcanzar una alianza de tú a tú con la 'dama roja' que respete su nombre.
Lo que Podemos debería tener en cuenta es que Díaz sigue siendo la ministra mejor valorada del Gobierno. Por encima del propio presidente. Su popularidad se mantiene. Ella misma, en una conversación informal con periodistas este martes en los fastos del cuadragésimo cuarto aniversario de la Constitución, sostuvo que percibe a los ciudadanos enganchados a sus planes cuando camina por la calle. Es más, puso en valor la cantidad de personas que la animan a seguir su camino y olvidarse del "ruido" que intenta callarla, en referencia a los ataques de Podemos orquestados por Iglesias.
Pese a que las cosas entre Yolanda Díaz y Podemos no atraviesa su mejor momento, la vicepresidenta segunda defendió que su relación con los morados "no está rota". Eso sí, la titular de Trabajo dejó claro que Sumar "es imparable". Todo sea por revalidar la Moncloa.
vallecas
Si hay Justicia en el mundo Pedro Sánchez debe acabar en la cárcel. Los delitos de José Antonio Griñán son de Escuela Infantil comparados con los cometidos por Pedro Sánchez. Deseo que alguna persona con suficientes recursos espere a que deje de ser Presidente para demandarle (solo con el asunto COVID hay de sobra) y al menos tenga que gastarse su paga vitalicia en abogados.