El reciente anuncio del Gobierno sobre la subida del 14% en las primas de Muface ha generado un aluvión de reacciones, especialmente por parte de las aseguradoras que participan en este sistema de sanidad para empleados públicos.
Las principales compañías, como SegurCaixa Adeslas, DKV y Asisa, han rechazado esta oferta, calificándola de insuficiente frente a las pérdidas económicas que han experimentado en el último año.
El contexto de la negociación por el concierto de Muface
La negociación surge en un momento crítico para Muface, que necesita garantizar la sostenibilidad del servicio que ofrece a más de 1,5 millones de funcionarios públicos. En la reunión celebrada el pasado viernes, el Gobierno, a través del Ministerio de Transformación Digital y Función Pública, presentó su propuesta.
Sin embargo, la reacción de las aseguradoras fue contundente. Luis Iglesias, de Adeslas, ha expresado que el incremento no compensa las graves pérdidas sufridas en su participación en este modelo, lo que genera incertidumbre sobre el futuro del mismo.
Por otro lado, DKV ha dejado claro que el incremento necesario para asegurar la calidad del servicio debería ser de al menos un 40%. Esto lo que hace es poner en manifiesto una discrepancia considerable entre lo que las aseguradoras consideran necesario y lo que el Gobierno está dispuesto a ofrecer.
¿Por qué es tan relevante esta subida de primas?
La importancia de esta subida radica no solo en el aumento del costo, sino en la calidad del servicio que se podrá ofrecer. Según los representantes de las aseguradoras, un aumento del 14% es escaso para mantener el catálogo de servicios y calidad de atención que los afiliados merecen.
Como adelantan algunos medios, Juan Antonio Gutiérrez de Asisa lo ha dejado claro: "no se puede pretender mantener el concierto con un ahorro del 40% sobre el gasto per cápita del Sistema Nacional de Salud". Esto pone en evidencia la presión financiera que enfrentan las aseguradoras y la necesidad de un ajuste en los precios para garantizar una atención adecuada.
Un escenario apremiante
El tiempo apremia, ya que el convenio actual de Muface caduca el 31 de diciembre. Esto significa que el Gobierno y las aseguradoras deben llegar a un acuerdo rápidamente, con plazos que obligan a tomar decisiones críticas en un corto período.
Como decimos, la situación es especialmente apremiante y la presión se intensifica, dado que para que haya tiempo suficiente para cumplir todos los trámites, el Consejo de Ministros debería aprobar los pliegos para renovar el concierto, como tarde, el próximo 8 de octubre, tal y como manifiestan algunas voces cercanas a este diálogo.
Aunque la cúpula de Muface había propuesto inicialmente un incremento del 24% en las primas, esta fue rápidamente descartada por el Ejecutivo, lo que sugiere un desfase importante entre las expectativas de las aseguradoras y lo que está dispuesto a ofrecer el Gobierno.
La voz de las aseguradoras
La postura firme de DKV y SegurCaixa Adeslas sobre el rechazo de la oferta del 14% también se ve reflejada en la presión sobre Asisa, que se encuentra en una posición complicada.
Si las grandes aseguradoras se niegan a aceptar este acuerdo, Asisa podría verse obligada a no participar en el concierto, lo que afectaría gravemente a los empleados públicos que dependen de estos servicios.
En este punto, el futuro del concierto de Muface se encuentra en una encrucijada. Las aseguradoras exigen un ajuste más significativo en las primas para poder continuar ofreciendo un nivel de atención aceptable, mientras que el Gobierno parece reacio a ceder ante estas demandas.
La situación es compleja y, de no llegar a un acuerdo pronto, podría comprometer el acceso a la sanidad de un gran número de funcionarios en España.
Este desenlace tendrá repercusiones no solo en las primas y la calidad del servicio, sino también en el bienestar de quienes dependen de Muface para su atención sanitaria.
La negociación está abierta, y el tiempo es esencial para asegurar que el sistema siga funcionando de manera eficiente y sostenible.