Podemos tiene un problema en Madrid. El partido está en decadencia tras la renuncia de Pablo Iglesias y la victoria de la popular Isabel Díaz Ayuso. Y es que los morados viven una paradoja. Pese a que gracias a su exlíder lograron mantener grupo parlamentario propio en la Asamblea regional, como reconocen fuentes de la formación a Vozpópuli, el vacío que ha dejado es tan grande que nadie ha podido llenar el hueco del exvicepresidente segundo.
Ahora mismo el partido está capitaneado por Jesús Santos, coordinador autonómico; Carolina Alonso, portavoz parlamentaria y Alejandra Jacinto, portavoz adjunta. Esta última, además, ha sido nombrada este mes coportavoz del partido a nivel estatal para impulsarla mediáticamente. Porque ese es uno de los grandes problemas del partido: su poco peso mediático.
"Está claro que la política amable y el carisma no lo tenemos nosotros. Lo tienen en Más Madrid", concede una fuente de Podemos en un gran municipio de la Comunidad. Los morados asumen que su partido está en fase de repliegue a nivel autonómico. "Casi nadie conoce a quienes están ahora al frente del partido en los principales sitios", sigue esta fuente.
Mismo espacio, distintos partidos
Por eso, amplios sectores de la formación morada en la Comunidad de Madrid están dispuestos a integrarse en una plataforma liderada por Mónica García y que sirva de enlace territorial de Yolanda Díaz en la región. "Es que al final la gente nos identifica en el mismo espacio. Hay gente de Podemos que votó por Mónica, por ejemplo. Así que vemos esa unión con esperanza", cuenta una fuente morada en Madrid.
Eso sí, Podemos recuerda que, en Madrid, el PSOE fue el más damnificado dentro de la izquierda en las elecciones del 4 de mayo y que los socialistas también están en una especie de travesía por el desierto. El resquemor entre ambos partidos no hace más que crecer después de que los morados hayan salido de los gobiernos de varios ayuntamientos en los que cohabitaban con el PSOE.
Alcalá de Henares y Leganés han sido los últimos ejemplos de salida morada tras un giro de los socialistas hacia Ciudadanos. "El PSOE acaba casi siempre asomando la patita y pactando con quien quiere de verdad. Hay una división interna entre partidarios de girar a la izquierda y de mirar al centro-derecha", remacha una fuente de Podemos.
El PSOE acaba casi siempre asomando la patita y pactando con quien quiere de verdad.
No obstante, fuentes oficiales de Podemos ponen en valor que "en estos últimos meses, el partido ha entrado en los gobiernos de El Escorial y Getafe" y que "han permaneciendo estables el resto de gobiernos" en municipios como Alcorcón, Mejorada, Pedrezuela o Parla, donde los morados forman parte del Gobierno.
PSOE- Cs, una tormenta perfecta
La situación en el PSOE tampoco es mucho mejor después del 4-M. La principal diferencia es que el partido, al menos, tiene nuevo líder. El nuevo secretario general es Juan Lobato, ganador de las primarias hace unas semanas.
A pesar de ello, el socialismo madrileño también nota el aliento de Más Madrid y ha buscado a Ciudadanos un respiro para contener al partido de Mónica García e Íñigo Errejón. Las encuestas internas de la federación madrileña no detectan recuperación alguna. Y necesita urgentemente reconquistar base electoral. Lobato ya mostró su voluntad de apelar a exvotantes naranjas durante la campaña de las primarias.
Los pactos de Alcalá de Henares y Leganés se suman a otros acuerdos ya estables que tenían socialistas y naranjas en municipios como San Sebastián de los Reyes y Alcobendas. Ha sido una tormenta perfecta, según las fuentes consultadas, para dos liderazgos orgánicos que dan sus primeros pasos: el de Lobato y el de la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís.
Al PSOE le ha permitido soltar lastre con Podemos, al que consideran una formación ahora mismo residual en la Comunidad. Mientras que a Ciudadanos, sin representación en la Asamblea y con Villacís al frente en la región, le ha permitido lanzar un aviso a navegantes al PP en un momento en el que Génova ha echado un órdago para fagocitar por completo a Ciudadanos. "Por un lado, demostramos nuestra vocación transversal con unos pactos que el PP no puede hacer", explican fuentes de la dirección nacional de Ciudadanos. "Por otro, conseguimos sacar a Podemos de estos gobiernos municipales y trasladar esa utilidad a nuestro electorado".
