España

El golpe de Podemos en Castilla y León ahonda la distancia con Yolanda Díaz

Unidas Podemos y Yolanda Díaz están fríos. La relación de los morados con su nueva líder no es, ni por asomo, la que tenían con Pablo Iglesias. Y el golpe

  • La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, interviene en un acto en Castronuño (Valladolid), el pasado 10 de febrero. -

Unidas Podemos y Yolanda Díaz están fríos. La relación de los morados con su nueva líder no es, ni por asomo, la que tenían con Pablo Iglesias. Y el golpe que sufrieron el pasado domingo en las elecciones de Castilla y León, donde los de Pablo Fernández perdieron uno de los dos diputados que tenían en las Cortes de Valladolid, no ha hecho más que ahondar la distancia que ya existía entre ambos.

Una de las primeras consecuencias del batacazo es la 'pelea' por la atribución de las responsabilidades. Y ahí se puede ver cómo el vínculo está debilitado. Para Podemos, la campaña morada fue la mejor posible, mientras que la vicepresidenta segunda insinuó que no fue la correcta cuando valoró los resultados casi 24 horas después del cierre de los colegios electorales.

Díaz, inmersa en un "proceso de escucha" que previsiblemente desembocará en una candidatura para las próximas elecciones generales, sabe que debe apartarse de la marca de Podemos porque está muy gastada. Es más, el partido ya habla abiertamente de renunciar a las siglas: "No creemos que la marca sea lo importante; lo importante es poner a disposición la herramienta y el espacio político", dijo este lunes la coportavoz, Isabel Serra.

Chispas

No obstante, los roces entre Podemos y Díaz están provocando chispas. El partido se desespera por su imprecisión. Y todo porque, según ha sabido Vozpópuli, algunas encuestas internas detallan que los ciudadanos la ubican en el espacio de Unidas Podemos, pero no tienen muy claro qué piensa de las principales cuestiones políticas del momento, más allá de generalidades. Y eso mosquea en Podemos.

Sin ir más lejos, Díaz y Podemos se contraprogramaron hace una semana, nada más aprobar la reforma laboral. La vicepresidenta presidió la reunión del diálogo social para subir el salario mínimo, mientras que Podemos presentó su propuesta concreta de reforma fiscal al margen del comité de expertos de Hacienda que elevará sus conclusiones.

El candidato de Unidas Podemos a la Presidencia de la Junta, Pablo Fernández, y la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, en Castronuño (Valladolid), el pasado 10 de febrero.
El candidato de Unidas Podemos a la Presidencia de la Junta, Pablo Fernández, y la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, en Castronuño (Valladolid), el pasado 10 de febrero.EUROPA PRESS

La pelea por la reforma fiscal, en definitiva, es todo un misil al PSOE destinado a pasar página del 'trago' de la reforma laboral. Y en esas, la propia Díaz dijo desconocer "exactamente" la propuesta fiscal morada y pidió no "confundir" la que hará el Gobierno de España con la "legítima" de Podemos.

Es más, en el partido hay preocupación por el poco tirón electoral que ha demostrado la vicepresidenta segunda pese a la buena valoración que tiene en las encuestas que la han catapultado al estrellato político. En el partido temen que el 'efecto Yolanda' no sea suficiente para lograr su objetivo: 'sorpassar' al PSOE.

Preocupación morada por el tirón de Díaz

Y es que la única visita de Díaz a Castilla y León en plena campaña, a Castronuño, un municipio de poco más de 800 habitantes, no ha logrado arrastrar a los votantes "con ambición de transformación", como ella misma define a quienes han sustentado electoralmente al espacio del cambio durante más de un lustro.

En Podemos, además, provoca frustración que las medidas del Gobierno no estén llegando a los ciudadanos progresistas del país. Por eso, su fórmula es virar a la izquierda. En plata, según altos cargos morados, la futura plataforma de Díaz tiene que pasar por el peaje de virar a la izquierda. Más medidas ambiciosas y menos pactar con la CEOE.

Díaz tiene parado su proceso de escucha. Antes de que terminara el año, la vicepresidenta segunda dejó caer que el momento en el que empezaría a carburar su carrera sería después de Navidad, una vez superado el trámite laboral. Pero la convalidación del decreto le ha dado más dolor de cabeza que otra cosa. Y ahora, el resultado en Castilla y León la obligará a tomar otro parecetamol.

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