Podemos se ha puesto este lunes de perfil ante el arrepentimiento de su exjefe Pablo Iglesias por nombrar líder del espacio morado a Yolanda Díaz sin primarias. La coportavoz María Teresa Pérez ha eludido valorar la opinión del exvicepresidente. Los morados se escudan en que no van a "fomentar interpretaciones" que "contribuyan a la discordia" pese a que fue el propio Iglesias, eterno referente del partido, quien lamentó la forma en que eligió a la vicepresidenta.
"No vamos a dedicar ni un minuto a rebatir falsedades o interpretaciones que solo contribuyen a sembrar cizaña y a dividirnos. Pensamos que Yolanda [Díaz] es la persona que mejor puede encabezar la candidatura de Unidas Podemos a las próximas elecciones generales y, por tanto, debe ser ella la que finalmente decida si es candidata. Pero desde Podemos vamos a continuar trabajando y dando lo mejor para construir una candidatura fuerte", ha espetado Pérez.
Lo cierto es que las tensiones entre la cúpula morada y Pablo Iglesias con la vicepresidenta segunda se han hecho más que evidentes en el último mes. Entre el ruido por la utilidad de Unidas Podemos en el Gobierno, emerge la figura de Díaz y su proyecto político, paralizado ahora por la gravedad de la crisis económica magnificada por la guerra en Ucrania.
Ni contigo ni sin ti
En verdad, Podemos no se puede permitir dinamitar el gran altavoz mediático de su principal activo pese a los amagos de Iglesias y del partido por controlar la plataforma. El Gobierno es el mejor escaparate. Y eso que las fricciones entre Yolanda Díaz y Podemos por el papel del partido en la futura plataforma política de la titular de Trabajo continúan pese al realineamiento de las últimas semanas que tanto han celebrado los morados.
Los ataques que Podemos lanzó contra Yolanda Díaz cuando esta se alineó con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre el envío de armas a Ucrania, solo tienen una explicación para los afines a la titular de Trabajo: que Díaz se niega a ceder a los morados y a su exlíder, Pablo Iglesias, el control de su proyecto político. Ella repite que su proceso de escucha arrancará sin decidir si será o no candidata de una hipotética plataforma electoral para ser presidenta del Gobierno.
El exlíder casi nunca da puntada sin hilo. "Quizás lo que tendría que haber hecho era dejar en manos de los partidos para que organizaran unas primarias, quizás hubiera sido mucho más previsible y democrático que dar mi opinión, que decir 'creo que esta compañera si ella lo decide debe estar al frente'. Quizás me equivoqué y quizás eso no fue un acierto", zanjó en un programa en RTVE.
Cabe recordar que el núcleo duro morado lleva tiempo presionando a Yolanda Díaz para que deje claro el papel de cada formación del espacio de Unidas Podemos en la herramienta con la que pretende competir en las próximas elecciones generales. Algunos históricos, como Juan Carlos Monedero, ven un "problema" que la titular de Trabajo no haya abierto aún esa conversación que debe concretar el "frente amplio".