A menudo los agentes de la Policía Nacional se encuentran situaciones inverosímiles durante su intervención en puestos fronterizos. Es habitual que los agentes localicen, en controles rutinarios, a inmigrantes ocultos entre la carga de los camiones o en maleteros de autobuses, pero también se dan las ocasiones en las que una persona aparece empotrada en un hueco oculto en el salpicadero de un turismo, o en un espacio habilitado en el chasis, a menudo poniendo en riesgo su propia integridad física.
La Policía Nacional busca más medios para detectar la presencia de inmigrantes ocultos en vehículos que tratan de acceder a España por vía irregular; un fenómeno que se da principalmente en los puestos fronterizos de Ceuta, Melilla y en los puertos del sur, donde desembarcan los buques procedentes de África.
La petición coincide con uno de los momentos más convulsos de la crisis migratoria que afecta a España, principalmente en Islas Canarias, donde el número de entradas se ha multiplicado este año y presumiblemente lo hará en las próximas semanas, coincidiendo con las buenas condiciones de navegación en el Atlántico.
Según ha podido saber Vozpópuli a partir de la documentación incorporada al procedimiento, la División Económica y Técnica del Cuerpo Nacional de Policía busca la adquisición de diez equipos portátiles de detección de personas en vehículos, que se destinarán a las unidades de Extranjería y Fronteras desplegadas en controles fronterizos.
La Policía detalla que la Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina (BRIC), dependiente de la Unidad Central de Fronteras, es una unidad operativa móvil de control de fronteras a la que le corresponden las funciones de refuerzo de unidades territoriales y puestos fronterizos para el control de vehículos y personas, lucha contra la inmigración ilegal y trata de seres humanos, control de entrada y salida del territorio nacional y prevención del orden público.
"Con el fin de atajar el posible efecto llamada que supone la inmigración ilegal, tanto en manos de mafias organizadas afincadas en países de origen, como de polizones ocultos en vehículos y dadas las condiciones de peligro al que se someten en sus trayectos, para proteger su propia vida, se fijan controles específicos en los principales puestos fronterizos españoles", apunta la Policía.
Unos controles que no siempre se desarrollan con la fluidez que deberían, especialmente "cuando la cadencia de vehículos es muy alta", y más aún cuando hay cajas precintadas cuya apertura debe llevarse a cabo "siguiendo un protocolo establecido que implica trabajo conjunto con otros estamentos con su consiguiente demora".
"Para no provocar colapso con el tráfico rodado y al mismo tiempo disminuir el tiempo de reacción en el acceso a vehículos con habitáculos cerrados, resulta necesario disponer de un medio fiable y versátil que facilite información en tiempo real sobre personas ocultas en superficies no accesibles para el policía interviniente", apunta la Policía.
Así, la Policía considera que la compra de los equipos portátiles de detección de personas es "imprescindible" para que las unidades especializadas puedan cumplir sus fines de "lucha contra la inmigración ilegal" en busca de individuos que traten de cruzar la frontera en el interior de vehículos, "ya sea en sus huecos externos" o en "compartimientos internos o auxiliares", tales como habitáculos, remolques, cajas contenedores o frigoríficos.
El procedimiento de la Policía
La División Económica y Técnica del Cuerpo Nacional de Policía ha reservado una partida de 438.000 euros, impuestos incluidos, para la compra de diez sistemas que permitan localizar a las personas ocultas en vehículos que tratan de llegar a España por vías irregulares.
La Policía exige que cada uno de estos sistemas sea un medio con "una alta eficacia probada en situaciones reales", que tenga un tamaño portátil para ser trasladado con facilidad a distintas localizaciones, así como un tiempo de respuesta muy corto para ofrecer la información sin esperas, que los resultados se interpreten de forma simple e intuitiva, y que la batería dure un mínimo de un turno de servicio, al menos ocho horas. También que haya posibilidad de carga sin extracción de batería, que sea "manipulable por una única persona" y su funcionamiento "no sea nocivo ni para los usuarios ni para el medio ambiente".
Las cifras
En lo que va de año, según los informes oficiales del Ministerio del Interior, 24.898 personas han llegado a España por vías irregulares, lo que supone un incremento considerable respecto al año anterior, cuando lo hicieron 12.704 en el mismo periodo de tiempo.
La principal ruta es marítima y conduce a Canarias, elegida por 19.257 personas este año, seguida de las 4.453 que lo han hecho rumbo a Baleares. Donde se ha registrado un descenso drástico ha sido en Ceuta y Melilla por vías marítima, con 13 y 3 casos, respectivamente, cuando en los primeros meses de 2023 fueron 33 y 81.
No obstante, en las dos ciudades autónomas han entrado por vía terrestre 1.172 personas en lo que va de 2024, lo que supone un incremento del 128,9% respecto a 2023 (512 inmigrantes).