Suscrito el acuerdo de PSOE y Unidas Podemos para formar un Gobierno de coalición, las negociaciones entre ambos partidos avanzan a buen ritmo, sin contratiempo aparente. A falta de confirmarse el respaldo a la investidura de Pedro Sánchez por parte de ERC -o de alguna otra fuerza en caso de giro de guión-, todo indica que la formación morada está a un paso de entrar en el próximo Ejecutivo de la nación. Sin embargo, este contexto se ve empañado por un presunto caso de irregularidades que ha estallado estos últimos días en el seno del partido morado, y que ha hecho activar todas las alarmas por la posible filtración de información confidencial.
El caso se ha desencadenado tras el despido este lunes por parte de Podemos de dos de sus abogados. A partir de aquí, nos encontramos con un cruce de versiones contrarias, la de los profesionales cesados y la del propio partido.
Por un lado, la dirección morada defiende que despidió a José Manuel Calvente, que era responsable de protección de datos del partido, tras abrirle expediente por acoso sexual y laboral a una trabajadora del partido.
El abogado cesado niega la mayor y asegura que su despido está relacionado "con sobresueldos de hasta 900 euros al mes, 600 en nómina y el resto en negro, del tesorero y de la gerente del partido", según declaraciones que ha concedido este jueves al diario El Mundo.
La otra cesada, Mónica Carmona, encargada hasta ahora del área de Cumplimiento Normativo, defiende la tesis de Calvente y afirma en una carta que estos despidos son "un grave acto de represalia y posibles coacciones porque estábamos investigando graves irregularidades de Podemos en materia de Protección de Datos y de Cumplimiento Normativo Penal y en los que se verían envueltos varios cargos internos y que conllevaría graves perjuicios para el partido”.
La polémica, pues, está servida. El principal elemento de riesgo de este caso para Podemos es que Calvente formaba parte del círculo de máxima confianza de Pablo Iglesias -trabajó durante años como principal asesor legal de la cúpula de Podemos-, por lo que se le presume en posesión de información confidencial que ahora amenaza con filtrar. Todo ello se produce en un momento clave para Podemos, por encontrarse en pleno proceso de negociación con el PSOE para entrar por primera vez en el Consejo de Ministros del próximo Gobierno.
La versión de Podemos
Podemos insiste en que este caso no guarda relación con los motivos expuestos por los cesados. La secretaria de Feminismo de la formación, Sofía Castañón, ha dejado claro que la decisión responde únicamente a "motivos de acoso laboral por razón de género", y ha defendido que este tipo de casos debe llevarse "con toda la discreción".
El partido no ha hecho pública la carta de despido para preservar la intimidad de la trabajadora afectada, aunque Europa Press sí ha tenido acceso al documento. Según recoge esta agencia, la misiva denuncia y relata a través de diferentes mensajes y pruebas el presunto acoso sexual que otra trabajadora del partido denuncia haber sufrido al menos desde 2017 por parte de Calvente.
La relación con el 'caso escolta'
En su defensa, José Manuel Calvente ha vinculado también su cese con otra presunta irregularidad de la dirección, en relación con al despido reciente de la escolta de Irene Moreno, una decisión también rodeada de polémica.
Calvente asegura que en el seno del partido que dirige Pablo Iglesias "se están produciendo despidos sin cumplir la ley como ha sido el caso de la escolta de Montero y más personas que no son relevantes mediáticamente para intentar encubrir un ERE".