Horas después de que la Subcomisión para la elaboración de un gran Pacto de Estado Social y Político por la Educación se reuniese en el Congreso de los Diputados para cocinar el informe definitivo que marque el rumbo del que podría ser el primer acurdo en esta materia a nivel nacional, Albert Rivera, señalaba una condición más sin la cual Ciudadanos no se sumará al pacto: el uso del castellano en las aulas catalanas es innegociable.
En plena escalada de tensión con los partidos nacionalistas y sin que se haya formado aún Gobierno en Cataluña, la formación naranja aumenta la presión a su socio de Gobierno y le insta a cumplir con la propuesta anunciada por el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, para que los padres y madres de los alumnos tengan la libertad para elegir el castellano como lengua vehicular de sus hijos en los centros escolares catalanes. "Estaremos atentos", ha insistido.
Según Rivera, la opción de estudiar en castellano en la prematrícula escolar debe incluirse en el modelo educativo catalán porque "es lo que quieren muchos padres" y ha asegurado que "no va a salir ningún Pacto Educativo" si no garantiza el "uso del castellano como lengua vehicular" porque, de ser así, sería un pacto "contra la Educación", según líder de Ciudadanos.
Además, a raíz de las críticas de los socialistas, que aseguran que el debate lingüístico "ensombrece" los trabajos por el pacto educativo y que "no hay que generar problemas", Rivera ha acusado a Sánchez de defender lo mismo que Artur Mas y Puigdemont y le ha pedido que no legitime "la imposición" de los independentistas.