Semana clave para el equipo de Pedro Sánchez, que busca asegurar la legislatura con la aprobación de la ley de amnistía. En medio de la vorágine por la trama Koldo, los socialistas buscan remontar el vuelo gracias al sí de Puigdemont. El Gobierno de coalición necesita desbloquear las negociaciones con Junts y que la propuesta legislativa ponga rumbo lo antes posible al Senado. El visto bueno de los independentistas será clave para garantizar la continuidad de Sánchez en Moncloa.
Por si fuera poco la crisis levantada por el huracán Ábalos en las filas del Partido Socialista, ahora, el tiempo corre en su contra, los negociadores estrella del presidente deben ajustarse a un nuevo plazo, el 7 de marzo. Esta es la fecha límite marcada por la Mesa del Congreso para que la Comisión de Justicia -donde la norma se encuentra paralizada desde que los de Puigdemont votaron en contra en el Pleno- emita un nuevo dictamen.
Según informan a Vozpópuli fuentes parlamentarias, en la última reunión de la Mesa de la Comisión de Justicia y los portavoces de cada partido celebrada el pasado miércoles no se abordó si fechar o no una próxima cita relativa a la proposición de ley de la amnistía. Por tanto, de momento, no hay ninguna reunión marcada en la que Sánchez y sus socios puedan avanzar con la inclusión de nuevas enmiendas transaccionales en el texto.
No obstante, la Comisión puede fijar una reunión con 48 horas de antelación, lo que significa que el PSOE aún dispone de margen para anunciar un acuerdo con Junts. De igual modo, si este entendimiento no se produce en pocos días, podría poner en jaque la aprobación de la ley de amnistía y, por tanto, la continuidad de Sánchez al frente del Consejo de Ministros.
El retorno de la norma a la comisión presidida por el socialista Francisco Lucas Ayala abre la vía a que los diferentes grupos presenten nuevas enmiendas transaccionales. De este modo, y sólo sobre las enmiendas ya registradas en las Cortes, Junts podrá negociar con el PSOE la redacción de un texto conjunto que incluya nuevos cambios en el articulado de la norma.
Algunos no descartan la posibilidad de que los socialistas soliciten una nueva prórroga a la Mesa del Congreso, escenario que a priori no está contemplado en el Reglamento del Congreso. El artículo 131 especifica claramente que en el caso de que el conjunto del texto no sale adelante en el Pleno, este "será devuelto a la Comisión, que deberá emitir nuevo dictamen en el plazo de un mes", tiempo que se agotará el próximo 7 de marzo.
¿Nueva prórroga para negociar la amnistía?
Si los socialistas se ciñen al plazo marcado en las Cortes, el próximo jueves el texto debería estar listo para llevarlo al Pleno. Eso significaría que los grupos podrían someter a votación de nuevo el texto al completo y alguna enmienda que siguiera viva por parte de Junts y ERC, y que no incluyera al final en la amnistía. Todo esto podría producirse el próximo 14 de marzo.
Tras recibir una prórroga, vista por muchos como otra concesión de Francina Armengol a los socialistas, el PSOE ha tenido un mes para acelerar las negociaciones con los independentistas, que por el momento no han dado sus frutos. Los de Puigdemont quieren más, no pueden arriesgarse a que la investigación (que ahora ha recaído en el Tribunal Supremo) por terrorismo ponga en peligro la vuelta del 'hijo prófugo' a España.
El miedo de Junts a que su líder se quede fuera de la amnistía por alguna de estas causas ha hecho saltar por los aires las negociaciones. Junts y ERC batallan desde hace meses para que el Gobierno de Sánchez elimine cualquier mención al terrorismo en el texto de la proposición de Ley orgánica de la amnistía.
Reforma del Código Penal
Por contra, la bancada socialista teme que Europa se plante y la norma decaiga en Luxemburgo. La línea marcada por el Gobierno amenaza las pretensiones de los independentistas que podrían rechazar de nuevo la proposición de ley en el Pleno.
Entre los puntos calientes del texto impulsado por los independentistas destacan dos líneas rojas marcadas desde hace meses por la Comisión Europea. Por lo que, Sánchez y los suyos pueden encontrarse con el muro de Bruselas por perdonar los delitos relacionados con malversación de fondos europeos y tener extremo cuidado con todo lo que tenga que ver con delitos de terrorismo.
Los socialistas han puesto una nueva oferta sobre la mesa: dejar el texto de la amnistía tal y como se había pactado hasta ahora y reformar el delito de terrorismo en el Código Penal. La idea es acotar el delito para los jueces, se encuentre con serios problemas para imputar a los líderes independentistas por este delito. No obstante, Puigdemont no se fía y espera otra propuesta del presidente.
