Política

El 'annus horribilis' del PSM: de la dimisión de Lobato a las dudas con Reyes Maroto

La formación socialista cierra un 2024 plagado de dudas, con un nuevo secretario general impuesto por Ferraz y una crisis de identidad profunda

  • Reyes Maroto, Pedro Sánchez y Juan Lobato -

En la calle del Buen Suceso, sede del PSM, están deseando que las doce campanadas pongan punto y final a uno de los años más aciagos de su historia reciente. La formación socialista, llamada a encabezar la oposición a los dos gobiernos del Partido Popular en la región, Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, ha encadenado doce meses de crisis, pérdida de confianza y desmantelamiento de su proyecto.

Algo que, para desgracia de sus votantes, ha sido una constante en las tres últimas décadas. Desde que Alberto Ruiz-Gallardón llegase al poder en 1995, poniendo fin a doce años de Gobierno del socialista Joaquín Legina, Sol se ha convertido en una quimera.


Más allá del mérito del PP, que ha sabido conjugar a la perfección el modo de vida madrileño, con todo lo que este implica a nivel económico, político y social, su rival en la Asamblea ha cumplido con nota en su empeño de dinamitarse desde dentro.


Buena prueba de ello ha sido este 2024. Pedro Sánchez, líder del PSOE, depositó en Juan Lobato la máxima confianza en octubre de 2021 con el fin de recuperar Madrid y plantar batalla al 'fenómeno Ayuso', cuyo éxito en las elecciones del 4 de mayo disparó su figura al estrellato.


El exalcalde de Soto del Real, hombre de poso tranquilo, trató de dar la vuelta a la situación con un discurso alejado del histrionismo que reina en Ferraz. Y se dio de bruces con la realidad del PSOE actual, donde impera el culto al líder, y cualquiera que piense diferente en temas claves será señalado.


Además, los resultados no le acompañaron. El batacazo de mayo de 2023 fue sonado, pues supuso una nueva mayoría absoluta del PP en la Asamblea, algo que no sucedía desde tiempos de Esperanza Aguirre.


Para más inri, en las elecciones europeas de junio, el PSOE bajó sus registros en Madrid con respecto a la cita continental de 2019, lo que permitió a Sánchez poner a Lobato y dificultar enormemente su labor.


Tanto es así que el pasado 27 de noviembre, Juan Lobato anunció su dimisión como secretario general del PSM, abandonado por los suyos y con el estallido de la filtración del correo electrónico de Alberto González Amador por parte de la Fiscalía, lo que le obligó a protegerse (tarde y mal) ante un notario y no terminar implicado.


Su citación como testigo en el Tribunal Supremo días después de lo desvelado por ABC acabó por hundir a Lobato, a quien no le quedó otra que dejar paso al nuevo 'mirlo blanco' de Moncloa, Óscar López. La llegada del actual ministro de Transformación Digital es la enésima prueba de la constante injerencia a la que somete el presidente Sánchez al PSM.

Un rival para Ayuso que no conoce Madrid y que contará con el altavoz de Moncloa para tratar de vencer en 2027. Si nos vamos al otro extremo, en este caso el del Ayuntamiento, la situación no es mucho más halagüeña. Hace unas semanas repasamos en Vozpópuli la ristra de candidatos que el PSM presentó a la alcaldía con más pena que gloria.


Perfiles como Antonio Miguel Carmona, Pepu Hernández o Reyes Maroto fueron designados para romper un ciclo de éxitos electorales del centroderecha, pero solo Carmona se acercó a los objetivos dando sus concejales a Manuela Carmena, erigiendo a esta en alcaldesa en 2015.

Precisamente, el nombramiento de Reyes Maroto por parte de Sánchez, a quien sacó del Ministerio de Industria con el objetivo de mandarla al Ayuntamiento, es la última 'bomba' política que le ha terminado explotando al PSM en la cara.


Maroto, quien negó por activa y por pasiva conocer al comisionista Víctor de Aldama, terminó claudicando ante la información publicada por El Confidencial donde se desvelaron sus mensajes de WhatsApp con el empresario.


Esto, sumado a las voces críticas con escaso perfil político y el rodillo que el alcalde Almeida aplica en cada pleno, ha empezado a abrir la puerta de salida a una Reyes Maroto que se niega a hacer ningún movimiento motu proprio.
Suena con fuerza, como en cada crisis socialista, el nombre de Enma López, número 2 de Maroto en el Ayuntamiento.


Con todos estos ingredientes, el PSM cierra un pésimo 2024 y encara el año nuevo con la esperanza de que la llegada de Óscar López y una solución al caso Maroto puedan relanzar políticamente a una formación en riesgo de colapso.

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