Política

Baño y masaje de EH Bildu en la sesión de control al Gobierno

Casi al mismo tiempo que trascendía el acuerdo por el que el PSOE pone en bandeja a Bildu la Alcaldía de Pamplona, el portavoz parlamentario de la formación, Oskar Matute, formulaba a Calviño una pregunta sin aristas para lucimiento de la futura presidenta del BEI

Oskar Matute, portavoz parlamentario de EH Bildu, procede de Ezker Batua-Berdeak, la marca vasca de Izquierda Unida, de manera que es sensato presuponer que las ínfulas independentistas no forman parte de sus prioridades ideológicas. Más bien al contrario, el diputado de Baracaldo se está revelando como un puntal clave en la operación de blanqueamiento del partido que no condena los crímenes de ETA mediante un ejercicio sostenido de estudiada moderación en las formas para exponer asuntos tangibles relacionados las más de las veces con la política práctica. De hecho, fue uno de los protagonistas (por delegación de Pedro Sánchez) de la presentación de la nueva ley de Vivienda vendida como la panacea por el Gobierno que no obstante, meses después de su entrada en vigor, se ha revelado ineficaz.

No en vano, toda piedra hace pared y en este sentido tampoco es casual que el ministro de Transportes, Óscar Puente, se haya referido en sede parlamentaria al grupo político que nominalmente lidera Arnaldo Otegi como un "partido democrático progresista" para justificar el acuerdo alcanzado por socialistas y bildutarras en Navarra.

La intervención de Matute en la sesión de control al Gobierno de este martes no ha pasado inadvertida para muchos informadores acreditados en el hemiciclo: justo en la mañana que se ha tenido noticia de la gestación de una moción de censura que permitirá, gracias a los votos socialistas, arrebatar a UPN la Alcaldía de Pamplona, Matute se ha descolgado con una pregunta amable, blanca y hasta algo lisonjera dirigida a Nadia Calviño, flamante nueva presidenta del BEI, que amaga con diferir su despedida hasta que su nombramiento sea oficial con el comienzo del nuevo año.

"Suerte en su nuevo cometido"

De partida, Matute deseó a la aún vicepresidenta primera “suerte en su nuevo cometido” para brindarle luego una oportunidad de lucimiento al plantearle qué soluciones prevé abordar el Ejecutivo para hacer frente a la pérdida de poder adquisitivo que sufren las familias españolas por la escalada inflacionaria. Antes, además, refirió el descenso del IPC en un reconocimiento implícito de las políticas económicas de la interpelada.

Calviño soltó de inmediato la parrafada: "En dos años no hemos dejado de tomar medidas para afrontar el pico de inflación causado por la guerra en Ucrania”, hasta el punto que “hemos podido atajar a tiempo el problema en España ya que se sitúa por debajo de la media europea”. Del modo que sea, la vicepresidenta se comprometió a que “vamos a seguir tomando medidas eficaces para apoyar a las familias españolas, a los más vulnerables y al tejido productivo”. Ni una mención al nuevo incumplimiento del PSOE, cuyo líder, Pedro Sánchez (que intervenía en ese momento en la Eurocámara para dar cuenta del balance del semestre de presidencia española de la UE), había garantizado que su partido nunca pactaría con Bildu para ceder a su socio de investidura la Alcaldía de la capital navarra.

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