El nuevo Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, se ha comprometido este miércoles en el Parlamento europeo a promover un papel "más proactivo" de la Unión Europea ante las crisis políticas y sociales que se suceden en países iberoamericanos como Chile, Ecuador, Venezuela o Bolivia; situaciones ante las que el jefe de la diplomacia europea cree que el bloque no puede permanecer "indiferente".
"Desde la última vez que estuve en este Parlamento, América Latina está incendiada", ha advertido Borrell en un encuentro con parlamentarios nacionales y eurodiputados en sesión de la Eurocámara en Bruselas.
El exministro español de Exteriores ha recordado que en el pasado la preocupación de la Unión Europea en la región se centraba en Venezuela y Cuba, pero que ahora "desde Chile hasta México, uno tras otro, muchos países se han visto envueltos en graves desórdenes sociales".
A su juicio, esta situación es fundamentalmente consecuencia de las desigualdades crecientes que no se han corregido a pesar de la última década de crecimiento económico y que ha creado una "masa reactiva" en la que "una chispa produce una explosión" en la que se mezclan conflictos étnicos, sociales y políticos.
La UE no puede permanecer "indiferente"
En cualquier caso, ha subrayado Borrell, la Unión Europea no puede "permanecer en absoluto indiferente" a esta situación, sino que debe "prestar mucha más atención" a unos países en donde ha alertado que los Ejércitos están volviendo a la calle, con "muertos por bala en las calles", lo que recuerda a imágenes "terribles" del recuerdo de los latinoamericanos.
Por ello, el Alto Representante y vicepresidente de la Comisión Europea se ha comprometido a hacer "todo lo posible" para que la Unión Europea preste más atención a la región, en especial al problema "más urgente" que es Venezuela.
"Un tercio de la población está subalimentada y ello es consecuencia de las políticas de sanciones que afectan a la población y que, aunque la UE no aplica, Estados Unidos sí", ha expresado, para después recalcar que es "urgente" salir de un 'impasse' en el que son los ciudadanos los que "pagan el pato".