Basta mirar al rostro de los delegados e invitados al 39 Congreso del PSOE para adivinar, sin mucho riesgo a equivocarse, en qué lado estuvieron en la batalla que se resolvió en las primarias del 21 de mayo. El contraste entre la emoción y el calor de quienes han recibido entre gritos de "presidente, presidente" a Pedro Sánchez y quienes se han sentado cariacontecidos en sus sillas es evidente.
Se han visto muchas caras largas entre quienes perdieron las primarias. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se ha sentado en una discretísima fila 12 en el plenario, desde donde ha seguido con rostro serio la inauguración del Congreso, que ha tenido un formato muy diferente al tradicional en estos cónclaves.
En primera fila sí han estado, con semblante muy similiar, los ex secretarios generales José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba, separados en sus asientos entre sí y, a su vez, del líder del PSOE, por representantes de organizaciones sociales que han sido invitadas a tomar la palabra en este acto. Aunque ya habían podido conversar antes de entrar en el plenario, en una sala cercana, Sánchez ha saludado de nuevo a los exdirigentes después de entrar en el plenario, con saludos privados de toda efusividad.
También en la primera fila se han sentado el presidente de la Gestora, Javier Fernández, y su número dos, Mario Jiménez. El también presidente de Asturias ha optado por el silencio en este cónclave, con el que se acaba definitivamente su mandato al frente del partido. Rechazó participar en la inauguración, como le correspondía como dirección saliente, y tampoco ha querido hablar a su llegada al reciento.
Sí han atendido a los medios tanto Susana Díaz como otros dirigentes que la apoyaron en su carrera por la Secretaría General y todos han lanzado mensajes de paz. La presidenta de la Junta ha defendido que el partido "sale fortalecido" porque en este proceso interno ha habido "una participación enorme" y ha asegurado que le "parecerá bien el equipo que haga Pedro".
También ha llegado en son de paz el presidente de la Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page: "Me he propuesto que este Congreso sea donde no nos enzarcemos a la primera de cambio ni haya mal rollo. Voy a evitar entrar en ninguna consideración que encuentro secundaria", ha dicho al llegar, admitiendo que le queda "apoyar con toda tranquilidad y dignidad" al nuevo secretario general y a su equipo, aunque ha dicho que no sabe "quiénes" lo integran, porque no tiene "la más mínima información".
Rostros y mensajes muy diferentes a los que han acompañado a los ganadores de este proceso interno. En palabras del que será el portavoz de la Ejecutiva, el alcalde de Valladolid, Oscar Puente, el PSOE "cierra este fin de semana" un periodo que ha llamado "la etapa de las baronías".
Pedro Sánchez ha sentido el calor de los que le apoyan al entrar en el Plenario donde tendrán lugar las votaciones del Congreso. Acompañado por lo que será la cúpula de su equipo -Cristina Narbona, Adriana Lastra y José Luis Ábalos-, ha sido recibido entre gritos de "Pedro, Pedro" y "presidente, presidente".
El presidente del 39 Congreso pide "remar juntos"
Después, ha inaugurado formalmente el cónclave el secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, el dirigente territorial que más fiel se ha mantenido a Sánchez todo este tiempo, junto a la navarra María Chivite. Tudanca ha concedido que en el partido "han pasado muchas cosas" últimamente, pero se ha mostrado convencido de que los socialistas están ahora "preparados para el futuro" y para ello, ha llamado a sus compañeros a "remar todos juntos en la misma dirección".
El presidente de la mesa de este congreso ha reconocido que éste es un cónclave en el que "muchas cosa son diferentes" a otras citas anteriores, pero ha avanzado que a partir de ahora "muchas más lo serán", porque la sociedad española "ha cambiado" y el PSOE lo ha hecho con ella.
Y efectivamente el inicio de este congreso ha tenido un formato muy diferente al tradicional. Sin un discurso inaugural de la dirección saliente -en 2014 abrió Aflredo Pérez Rubalcaba- el protagonismo lo han tenido organizaciones sociales y los sindicatos.
Después de que hablaran representantes de WWF, el tercer sector, start ups y ACNUR, quien ha levantado al auditorio ha sido el presidente del Grupo de Socialistas y Socialdemócratas en el Parlamento europeo, Gianni Pittella, quien, pese a hablar en italiano, se ha llevado los mayores aplausos.
Antes, se ha proyectado un vídeo con un mensaje de Felipe González, que no asiste al Congreso, y después han cerrado los líderes de UGT, Pepe Alvarez, y CC.OO, Ignacio Fernández Toxo.
Una vez terminada la inauguración, sí ha habido un acercamiento de Sánchez a los exdirigentes. Primero, se ha sentado junto a Zapatero en la primera fila y han intercambiado unas palabras y, después, al salir, se ha dado un abrazo con Rubalcaba.