Política

El Congreso pone en jaque a Montero: todos salvo el PSOE apoyan que el salario mínimo no tribute IRPF

PP y Vox se abren a votar con Sumar para elevar el mínimo exento y los socios del Gobierno creen que habrá una rectificación en las próximas horas.

La situación es insólita. María Jesús Montero se ha quedado sola. Y en su empeño para que los beneficiarios del nuevo salario mínimo interprofesional paguen el IRPF ha arrastrado al PSOE. El desenlace puede ser fatal para la imagen del Gobierno, porque se ha conformado una mayoría en el Congreso de los Diputados, de lo más variopinta, que amenaza con doblar el pulso a la vicepresidenta primera y candidata en Andalucía. 

Desde el PP hasta el BNG, pasando por Vox, Sumar, ERC, Junts, PNV, Bildu y Podemos, en definitiva, todas las fuerzas parlamentarias salvo los socialistas apoyan elevar la exención fiscal para los perceptores del nuevo salario mínimo, en 1.184 euros desde que lo aprobó el pasado martes el Consejo de Ministros entre un ruido de sables inaudito. Para la posteridad quedará el "eso no es así" que le espetó Pilar Alegría a Yolanda Díaz cuando reprochó que se había enterado por la prensa de la decisión de Hacienda.  

A día de hoy, hay en liza cuatro proposiciones de ley que persiguen librar del IPRF a los perceptores del SMI. Por orden de registro: Podemos, PP, Sumar y una conjunta entre ERC y BNG. Todo apunta a que los populares se llevarán la palma, ya que son el grupo mayoritario y cuentan con ventaja en el cupo de iniciativas que, cada semana, reparte la Mesa de la Cámara. 

No obstante, tanto Alberto Núñez Feijóo como Santiago Abascal, según aseguran fuentes de su entorno, están dispuestos a apoyar cualquiera de los textos de los otros grupos. Esta vez, no hay vetos entre bloques. "Si la propuesta es buena, la apoyaremos", zanja uno de los principales dirigentes de Génova 13. Es decir, que la mayoría anti-Montero está dispuesta a romper las barreras ideológicas para llegar hasta el final. 

Distintos aliados del Ejecutivo se muestran convencidos de que llegará una rectificación a tiempo. Dentro del propio grupo de Sumar, partido minoritario de la coalición, dan por sentado que la número dos de Sánchez no tardará mucho en presentar una vía intermedia que logre amainar el temporal. De lo contrario, se avecina un embrollo importante. 

Porque el Gobierno, con el pretexto de que afecta al Presupuesto, podría establecer un veto a cualquiera de las propuestas registradas en la Carrera de San Jerónimo para que los beneficiarios del SMI no tributen. En ese caso, la Mesa tendría que levantar el veto y ni siquiera la presidenta Francina Armengol podría asistir a Pedro Sánchez, porque una alianza de PP y Sumar bastaría para levantar el veto del Gobierno. 

"Mantener la recaudación"

En síntesis: a pesar de las dificultades, la posibilidad de que el Congreso apruebe una ley que desautorice a María Jesús Montero y le propine un varapalo parlamentario es real. Aunque la vicepresidenta se mantiene en sus trece. Y en ese aspecto, diputados de partidos tan antagónicos como son el PP y ERC opinan que todo obedece a un afán por "mantener un alto nivel de recaudación". Según denuncian, la vicepresidenta se ha venido arriba porque las arcas del Estado serán las que saldrán mejor paradas con la subida del SMI. 

Desde la Moncloa descartan que pueda haber marcha atrás y sostienen que la decisión de que los beneficiarios del salario mínimo paguen el impuesto sobre la renta es, sencillamente, una garantía de que ese salario pueda seguir subiendo en el tiempo. Así reafirma la parte socialista del Gobierno: "Pagar impuestos no es malo. Lo malo es tener salarios precarios y debilitar el Estado del bienestar con regalos fiscales a las multinacionales y las grandes fortunas".

Este miércoles, en la primera sesión de control del año –un mes y medio después de las navidades- la discusión dentro y fuera del hemiciclo giró en torno al salario mínimo. A pesar de que el día antes anunció que causaba baja por enfermedad, Montero estuvo más presente que nunca y se convirtió en la protagonista indiscutible de la jornada. 

Durante el primer rifirrafe, Feijóo espetó a Sánchez: "Confunde servir a los españoles con sacar tejada de ellos, quedarse con la mitad del SMI no es progresista y no es justicia social". Sobre el papel de la vicepresidenta de trabajo, que suplió la ausencia de Montero ocupando su escaño, el líder popular reprochó un “paripé” en la Moncloa y tiró de ironía para ahondar en la división de la izquierda a la izquierda del PSOE: "A Pablo Iglesias esto no se lo habrían colado".

Sánchez, por su parte, entró al envite del adversario con sorna y sacó pecho de la medida social: "Ahora entiendo por qué ustedes cuando gobernaban congelaron el SMI, para que no tuviera retención en el IRPF. Claro, ¿no? mucho mejor vivir con 735 euros al mes, que era como lo dejaron en 2018, a los 1184 euros al mes que está el Gobierno de España dejando el salario mínimo interprofesional".

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