Los 'conguitos', el conocido snack de chocolate negro fabricado en Aragón, ha dejado de estar disponible para su venta en la cafetería del Parlament de Cataluña por sus "connotaciones racistas". Los responsables del bar de la Cámara catalana han decidido su retirada para no incomodar a ninguno de sus usuarios habituales. Lo hacen, argumentan, tras haber escuchados algunos comentarios al respecto en la barra del restaurante. Este jueves ni los diputados, ni los asesores, ni los periodistas que a diario transitan por esta zona del legislativo catalán, podían comprar ya la mítica bolsita de color naranja con el dibujo de un supuesto congoleño de color chocolate, gorditos y con labios gruesos y rojos con la que matar el gusanillo.

Los responsables de la cafetería del Parlament evitan ligar la retirada del producto con el férreo plan de igualdad que rige la institución. Aunque lo hacen con la boca pequeña y afirmando que se ha tomado la decisión de retirarlo "tras escuchar algunos comentarios en la barra del bar", por parte de algunos clientes, que deslizaban "las connotaciones racistas" del dibujo con el que la empresa comercializadora ilustra las bolsas de este dulce.  Aprobado en 2020, dicho plan, que obligó a cambiar incluso la rotulación de los baños para hacerlos más inclusivos, pretende situar el legislativo catalán "entre los parlamentos más avanzados de Europa" en esta cuestión. Cabe recordar, además, que la mayoría de grupos parlamentarios han impulsado también un acuerdo político para aislar a Vox y Aliança Catalana por sus propuestas contra la inmigración.

La decisión de retirar los 'conguitos' del bar del Parlament para no ofender a nadie, por el dibujo que caracteriza al producto y la marca desde hace más de seis décadas, llega unos años después de que se promoviera una campaña para prohibir la comercialización de este dulce fabricado en Aragón. En 2020 apareció una campaña en Change.org que pedía acabar con los 'conguitos' con el argumento de que ofrecían una imagen racista. El mismo utilizado ahora por los servicios de restauración de la Cámara catalana para evitar su venta al público en las instalaciones del parlamento autonómico. La falta de apoyo permitió a la empresa que los distribuye a seguir manteniéndolos a la venta en sus diferentes versiones, como la de chocolate blanco o la de galleta. Una campaña similar, sin embargo, sí obligó a otra marca emblemática, Cola-Cao, a retirar su 'jingle' comercial del Negrito del África Tropical.

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