Pedro Sánchez no quiere tener que ir al Congreso a ser interrogado por la corrupción de su partido. Es el principal temor que existe a día de hoy en Moncloa. Por eso, en las últimas horas, el presidente ha dado la orden a sus colaboradores más cercanos para que descuelguen el teléfono y se pongan manos a la obra. Para que llamen uno a uno, a sus socios parlamentarios, con el fin de "pedirles encarecidamente" su complicidad y evitar así verse obligado a dar explicaciones ante las Cortes. El objetivo de los fontaneros gubernamentales es "proteger" al presidente.
El objetivo de dichas llamadas, que se están produciendo desde este martes, es reclamar a Junts, ERC, Bildu, PNV y BNG que no se alineen con el PP y Vox, en el caso de que estos pidan su comparecencia en la Cámara baja. Por ahora no lo han hecho, pero fuentes de ambos grupos parlamentarios no lo descartan. Fuentes monclovitas afirman que "no hay miedo" a lo que hagan los partidos de izquierdas, descartando que puedan participar de una "campaña de linchamiento" contra el presidente. Pero con el PNV y Junts, los dos partidos de derechas que apoyan al Ejecutivo más distantes con los socialistas, la cosa es distinta. El PSOE no descarta otorgar algún tipo de "incentivo" para que "no tengan tentaciones".
Y es que en Moncloa y en Ferraz, donde reside el poder socialista, dan por hecho que "tarde o temprano el PP querrá montar el circo". Que llamaran al presidente del Gobierno para que comparezca de forma extraordinaria en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo. Que "convertirán el pleno en un gran plató de televisión" para "difundir bulos" y "seguir enfangando".
La corrupción que rodea al jefe del Ejecutivo, se ha convertido en la principal baza de Génova 13 para hacer oposición al PSOE. Prácticamente a diario, en cada una de sus intervenciones, los dirigentes populares recuerdan a sus rivales como los tentáculos de presunta trama corrupta del Ministerio de Fomento llegaban incluso hasta la Moncloa. Alberto Núñez Feijóo llegó a convocar a la dirección de su partido, de forma extraordinaria, el pasado domingo, para anunciar una querella por financiación ilegal contra el PSOE que el lunes registraron en la Audiencia Nacional.
Sánchez ofrece a sus ministros
Pedro Sánchez está dispuesto a mandar a todos sus ministros a los pies de los caballos. De hecho, según ha podido saber Vozpópuli, de fuentes cercanas al presidente, los socialistas pondrán a disposición de la oposición los ministros socialistas para que acudan a dar la cara en su nombre al Congreso. De esta forma, el PSOE podría satisfacer el deseo de respuestas de PP y Vox, pero sin exponer ni quemar a la caza mayor, en este caso el jefe del Gobierno. Conscientes, eso sí, de que el desfile de ministros por las Cortes dando explicaciones por la supuesta corrupción de "aquellos que ya no están en el partido" puede provocarles un importante desgaste electoral. Aunque por ahora no se prevén citas electorales. El propio Sánchez, en cada una de sus intervenciones, viene repitiendo en los últimos que "hay Gobierno para rato". En concreto, según sus afirmaciones, "la legislatura durará hasta 2027".
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