Política

Sánchez ofrece a Junts transferirles los millones no ejecutados en los PGE para salvar el 'cupo catalán'

El PSOE y ERC han activado una estrategia conjunta para evitar que los de Carles Puigdemont rechacen su acuerdo en el Congreso

  • Puigdemont interviniendo ante Sánchez en el Parlamento Europeo.

Se trata de salvar el acuerdo entre el PSOE y ERC para lo que ellos denominan una financiación singular. Los dos partidos, que más pronto que tarde tendrán que llevar a votación en el Congreso una modificación de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), tratan de convencer a Junts para que no impidan que la reforma de esta norma salga adelante. Los siete votos de los de Carles Puigdemont, que piden un concierto económico, son vitales para que el acuerdo entre el PSOE y ERC reciba el beneplácito de las Cortes. Y a día de hoy, según fuentes de Junts, su posición no es precisamente la de facilitar el cumplimiento de ese acuerdo entre los socialistas y los republicanos catalanes. Pedro Sánchez, en la última reunión con el mediador en Suiza, celebrada este lunes, les prometió más dinero a cambio de su voto a favor. En ese mismo encuentro, y después de los dos rechazos previos, los junteros dejaron la puerta abierta a apoyar el techo de gasto.

Aunque el texto acordado entre el PSC y ERC apuesta de forma inconcreta por un trato fiscal para Cataluña diferenciado del de las otras comunidades autónomas, algo que ha levantado muchas ampollas a nivel territorial, esto es insuficiente para JxCat. El partido fundado por Puigdemont, que a finales de este mes celebrará su congreso extraordinario en Calella (Barcelona), y que quiere atraer a los descontentos con ERC tras hacer presidente a Salvador Illa, exige ir un paso más allá y que el Estado y la Generalitat acuerden un cupo catalán al estilo vasco o navarro. Una reivindicación que los socialistas, hasta ahora, han rechazado. Pero que como en tantas otras cuestiones anteriormente, en las que se negaban con firmeza a traspasar ciertas líneas rojas, Moncloa siempre puede cambiar de opinión, si de ello depende la estabilidad del Gobierno liderado por Sánchez.

El temor en las filas del PSOE y ERC a que Junts pueda cumplir su amenaza, y dejar en saco roto lo acordado entre ambas formaciones el pasado mes de agosto, a cambio de hacer presidente a Illa, es real. Ni tan siquiera tratan de esconderlo los dirigentes de uno y otro partido. Para los Sánchez, el rechazo de Junts, supondría haber asumido un desgaste interno sin precedentes con la concesión hecha a ERC para nada. Para los republicanos, sin embargo, haber dado sus votos al PSC sin lograr ningún avance significativo. Aunque en este último caso ERC podría usar el voto en contra de JxCat para atacar a su principal rival político, responsabilizándoles de haber impedido un avance sin precedentes en materia económica.

Lluvia de millones

Pedro Sánchez está dispuesto a comprar la voluntad de Junts con una lluvia de millones en Cataluña. Concretamente con una transferencia directa al Govern por valor de todas aquellas inversiones presupuestadas, pero cuyas obras no han sido ejecutadas. Esta es la propuesta que los emisarios del presidente pusieron sobre la mesa de Carles Puigdemont, el pasado lunes, durante la reunión que ambos partidos mantuvieron en Zúrich (Suiza) con la presencia del mediador internacional. La no ejecución de infraestructuras comprometidas ha sido siempre una de las principales reivindicaciones del separatismo. Por ese motivo, Sánchez busca incentivar a sus socios con una transferencia millonaria, que compense todas la obras no realizadas, que permita a Cataluña recaudar más dinero. 

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