En el mundo de los 'lobbies' hay quien atribuye a José Luis Rodríguez Zapatero un papel de "agente doble". El ex presidente del Gobierno viaja constantemente por el mundo para desempeñar labores diplomáticas 'oficiosas', pero también para hacer sus propios negocios. El nombre del ex líder socialista ha vuelto a correr estos días por el circuito de los 'thinks tanks' asociado a un país: Marruecos. Por una razón: el reino alauita puede convertirse en el gran beneficiado del 'hachazo' fiscal a las compañías energéticas españolas.
No hay otro sector en nuestro país que sufra un grado de incertidumbre tan elevado como el energético. Esta semana arrancó con el 'esperpento' parlamentario protagonizado por el PSOE y sus socios, que improvisaron sobre la marcha decisiones políticas que impactan directamente en la inversión. La misma semana concluye sin que los afectados por la política impositiva sepan realmente a qué atenerse. No está claro que el 'impuestazo' a las energéticas vaya a llegar a buen puerto, ni el alcance que tendrá si finalmente sale adelante.
A día de hoy, sobre la mesa sólo hay un compromiso del PSOE con ERC, Bildu, Podemos y BNG, para prolongar la polémica 'tasa'. Debe aprobarse antes del 31 de diciembre vía decreto ley y convalidarse más adelante en el Congreso. Es en este momento cuando Junts puede entrar en acción, tumbando el impuesto o 'dulcificándolo' con desgravaciones. Así pues, compañías y fondos que deben tomar decisiones de inversión a largo plazo desconocen el escenario jurídico y fiscal en el que se moverán en 2025.
Ese panorama abre dos puertas. Una conduce a la parálisis de las inversiones energéticas, nuevas o previstas. Y la otra al desvío de las mismas. Esta última opción la han olfateado ya países deseosos de atraer fondos y 'know how' extranjeros. Ambas cualidades sobran en el sector energético español, con empresas de referencia como Repsol, Moeve (antigua Cepsa), Iberdrola, Naturgy, Endesa o Acciona.
Fuentes del sector energético recordaban esta semana, al calor del cambio de cromos en el Congreso, que Rabat aprovechará la coyuntura para atraer inversiones millonarias. Desde hace más de una década, el Reino alauita tiene desplegado un plan para alzarse como referencia mundial de las nuevas energías 'verdes'. En 2009, el Gobierno marroquí aprobó lo que denominó Estrategia Nacional de Energías Renovables. El objetivo: elevar en una década por encima del 40% la cuota de generación eléctrica con fuentes 'limpias'.
Lo que desea Rabat es exactamente lo mismo que plantean algunas grandes compañías energéticas: convertir al país en 'hub' de las energías renovables. Al igual que España, Marruecos reúne buenas condiciones para impulsar fuentes como la solar, la eólica o el novedoso hidrógeno verde. El país norteafricano cuenta con 3.000 horas de exposición solar cada año y más de 3.500 kilómetros de costa, aptas para el desarrollo de energía eólica.
El lento avance del plan ha elevado la urgencia de Rabat de captar inversiones, con el foco puesto en la UE y Reino Unido. Ha postergado sus objetivos a 2030, pero aumentando sus aspiraciones (producir más del 50% de la electricidad con renovables). De ahí que cualquier traba que afecte a las empresas en un país puntero como España es vista como una oportunidad para el reino de Mohamed VI. Según Bloomberg, aspira a desplegar 1,4 gigavatios de potencia eólica y solar de aquí a 2027. El desarrollo de esos proyectos exigirá inversiones por valor de 2.100 millones de dólares, muy tentadores para las grandes energéticas españolas.
Fuentes conocedoras de la estrategia aseguran que Marruecos está reforzando el lobby en Bruselas. El Ejecutivo tiene acceso a firmas bien conectadas como Kreab, que cuenta con representación en la capital belga y también en Rabat, donde tiene oficina. Precisamente, José Luis Rodríguez Zapatero está entre sus asesores. El ex presidente del Gobierno tiene magníficas relaciones con el reino alauita y una espléndida red de contactos.
José Luis Rodríguez Zapatero.
Zapatero es muy conocido por su actividad como lobista en Latinoamérica. Están menos aireados, sin embargo, sus grandes intereses en China y sus lazos con Marruecos. En 2010, poco después de que Rabat lanzara su estrategia energética, el entonces presidente del Gobierno organizó en Granada una reunión entre empresarios de los dos páises. Allí animó con entusiasmo a invertir en la nación vecina.
Desde entonces, Zapatero ha viajado con cierta frecuencia a Marruecos y mantiene engrasada su red de contactos. Un ejemplo: en junio de 2022, cuando saltó la crisis diplomática entre España y Argelia, viajó a la capital marroquí junto a Miguel Ángel Moratinos, su ex jefe de la diplomacia. Zapatero representa los intereses del Gobierno de Pedro Sánchez, pero también defiende los suyos personales, de ahí que haya quien le atribuye esa condición de "agente doble".
En los próximos meses, las empresas afectadas por el 'impuestazo' irán desvelando su estrategia. Repsol ya ha anunciado el traslado a Portugal de un proyecto de hidrógeno verde y Moeve también ha dejado claro que replanteará sus inversiones si el clma en España sigue siendo desfavorable. Fuentes empresariales, aseguran que, pase lo que pase con la 'tasa', la confianza está rota. Y la veda, más abierta que nunca para los países a la caza de inversiones, como Marruecos.