La crisis política que ha consumido a la izquierda madrileña no parece amainar para una de las partes implicadas. Tras el maremoto que se llevó por delante a Juan Lobato de la secretaría general del PSM dando paso a Óscar López, nuevo garante del sanchismo, a los mandos de la nave, la situación no es mucho mejor para Más Madrid.
El estallido, hace más de un mes, del 'caso Errejón', cuya causa ha vuelto a reabrise por presunta agresión sexual, ha hundido las esperanzas políticas de Más Madrid de superar al PSM en las elecciones de 2027 y poder abanderar la oposición a Isabel Díaz Ayuso.
La hoja de ruta del partido se ha anquilosado, especialmente tras tocar fondo en un tema tan transversal como es el feminismo y la lucha contra la violencia machista. Esto, sumado a la falta de explicaciones y asunción de responsabilidades, ha removido el 'gallinero' dentro del grupo parlamentario.
A la falta de 'pegada' de Manuela Bergerot se suma su papel en las acusaciones sobre Errejón, ya que cuando esto sucedió era la secretaria de organización de Más Madrid, y fue la persona a la que Arenillas dio explicaciones. Este cóctel deja a la portavoz con su imagen tocada.
Una Arenillas, por cierto, a la que el comité de garantías, tal y como contó El País y El Periódico de España, ha avalado su continuidad en la Mesa Regional de la formación.
Voces críticas con Bergerot advierten de la necesidad de un giro en Más Madrid que pueda devolver las opciones electorales. La añoranza sobre Mónica García, líder del partido, y actual ministra de Sanidad, es real. Bajo su liderazgo, la formación vivió sus mejores días en la lucha dialéctica contra el PP. Su regreso es una opción que los críticos con la situación actual desean encarecidamente.
Más Madrid ni está ni se le espera
Cuando varios testimonios salieron a la luz en medios de comunicación y redes sociales sobre un presunto comportamiento machista de Íñigo Errejón, especialmente un episodio del verano de 2023, la dirección de Más Madrid decidió creer, así lo relataron en rueda de prensa, al supuesto agresor y no a la víctima.
Loreto Arenillas, entonces jefa de gabinete de Errejón, comunicó a la cúpula de la formación que todo se había arreglado, quitándole hierro al asunto. Un año y pico después, cuando estas declaraciones de nuevas víctimas reabrieron la herida.
Para evitar dimisiones y una caída en bloque, las portavoces de Más Madrid, Mónica García, Manuela Bergerot y Rita Maestre, abandonaron a su suerte a Loreto Arenillas, a quien exigieron, como sucedió con Errejón, que dimitiese de sus cargos, zanjando un asunto que se ha beneficiado de la crisis del PSM.
Sin embargo, la jugada les salió regular. Arenillas prometió entregar su acta de diputada, pero un mes después seguimos igual. Es más, pidió la baja médica con fecha de la famosa rueda de prensa de las portavoces para evitar sanción de la Asamblea de Madrid por reiteradas faltas sin justificar a la cámara. Un dislate.
Mientras tanto, el PP observa desde la barrera cómo se dinamitan los proyectos políticos de sus rivales, los cuales ya habían salido malparados de las elecciones autonómicas de 2023, pero que ahora parecen 'amenazar' con tocar el fondo más hondo del océano.
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