Moncloa lo fiaba todo a una nueva carambola en el último minuto. A un punto de partido. Pero no ha sido así. Y por segunda vez, tras lo que ocurrió el lunes, el PSOE se vio obligado a desconvocar la Comisión de Hacienda del Congreso que tiene que debatir el proyecto para crear un nuevo impuesto mínimo global del 15% para las empresas multinacionales. Una parte de sus socios se opone a lo que defiende la otra. Las posiciones, según fuentes cercanas a la ministra de Hacienda, parecen "insalvables".
La falta de acuerdo con sus socios, enfrentados entre si en varios puntos, como el de hacer permanente el impuesto a las energéticas, ha encendido las alarmas en un Partido Socialista sumido en el desánimo. "Esto no funciona" admitía, este jueves, un alto cargo del partido en relación a la gran coalición con los partidos minoritarios. En su opinión divergencias como la que ha paralizado la Comisión de Hacienda "hace inviable seguir gobernando como hemos hecho hasta ahora".
"Lo de una patada y hacia adelante, ya no sirve" recalca en este caso un diputado en la misma conversación. Por su parte, la ministra de Hacienda y vicepresidenta primera, María Jesús Montero, justificó el nuevo aplazamiento de la Comisión de Hacienda bajo el pretexto de que "estamos negociando". Una negociación larga y tensa que está llevando al límite las costuras de la coalición.
Impuesto a las energéticas
Podemos, ERC, Bildu y BNG exigen al Ejecutivo mantener el impuesto a las energéticas. Algo que rechazan el PNV y Junts, en este último caso porque puede poner en riesgo inversiones en Tarragona. En la formación morada manifiestan que lo ocurrido este jueves vuelve a evidenciar el "error" del Gobierno en su estrategia negociadora y añaden que no se puede eliminar el impuesto a las energéticas, que se ha demostrado "más necesario que nunca" ante los efectos de la emergencia climática.
Una de las opciones que baraja el Ministerio de Hacienda, según fuentes cercanas a la ministra Montero, si no hay acuerdo en la reunión la Comisión de Hacienda, es sacar el paquete fiscal del decreto ley y trasladarlo a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, donde fuerzas como PNV o Junts pueden apoyar medidas tributarias a cambio de otras concesiones. Mientras podrían prorrogar el impuesto a la banca en los decretos de ayudas a la DANA, para así dar más tiempo a la negociación. En el caso del impuesto a las energéticas lo tienen más difícil
El PP se abre a apoyar al Gobierno
El Partido Popular se ha abierto a apoyar el texto del Gobierno si sólo se ciñe al impuesto mínimo global, a combatir el fraude a los hidrocarburos y no se añaden nuevos tributos. Si las exigencias del PP se cumpliesen, el texto superaría su trámite parlamentario sin ningún inconveniente al margen de lo que voten el resto de grupos, pero no incluiría la reforma fiscal que quería el Gobierno ante la imposibilidad de poner de acuerdo a todos los partidos en torno a los impuestos a la banca y energéticas, por lo que los socialistas han decidido esperar.
Miguel Tellado, portavoz de los populares en el Congreso, ha querido dejar claro que su partido "está en contra de cualquier subida impositiva, y solo apoyará las que vengan impuestas por el marco comunitario, como es el caso de la transposición de la directiva sobre el mínimo complementario de sociedades pactado en Bruselas que respalda la eliminación del fraude a hidrocarburos".
En Génova, no obstante, este jueves han acusado al Gobierno de buscar "tapar la debilidad parlamentaria" de Pedro Sánchez, con el aplazamiento por segunda vez de la Comisión de Hacienda, para "evitar una nueva derrota en el Congreso que le desmonte el relato de que habrá Presupuestos Generales del Estado". Las cuentas públicas para el año 2025 están cada vez más en cuestión por esas tiranteces entre los socios minoritarios del PSOE.
Ante ese ofrecimiento de los populares de apoyar únicamente la transposición europea sobre el impuesto de sociedades, asegurando así al Gobierno la superación de esta meta volante, en Podemos advierten de que "los socialistas tienen una tendencia muy fuerte a llegar a acuerdos bipartidistas". Los socios consideran que el Ejecutivo se ha equivocado de plano y se ha metido en un "callejón sin salida" sobre el paquete fiscal. De hecho, solo entienden que se priorizara a Junts y PNV en la negociación desde la sospecha de que la "agenda oculta" de Hacienda era suprirmir el impuesto a las eléctricas.